16.1.11

Poema de Edna Pozzi



Como claros inútiles las plazas solitarias
detienen la fealdad de las ciudades
Yo he amado esas cosas que esperan
ser expulsadas de la belleza
y resisten aún entre matas de jacintos amarillos

Ahora cuando encuentro una plaza solitaria
apuro el paso para alejarme

Me repele el hedor de poemas muertos
que exhalan en la tarde
cuando las ciudades asumen su perversa hermosura
y corren, entre latas y perros
con el estupor de los inocentes.

© Edna Pozzi

Poema de Elena Cabrejas


TRAVESÍA

Mi deseo corre desnudo por la falda de un muro
sube en rumores de sangre espesa
que me llevan a tu playa
bajo un cielo asombrosamente intacto a pesar de mi éxtasis.

Soy un náufrago virando en la loca aventura de hallar
tu acantilado.
Un cirio con su fuego secreto quemándose por dentro.

Soy una noche voluptuosa donde penetras como un faro.
Un estallido donde cada parte de mi cuerpo
es una sed diferente.

Una ceniza condenada a arder
en esta interminable travesía hacia la eternidad.

© ELENA CABREJAS

Poema de Luis Benítez


EL HUDSON

¡Oh! ¡Y luego estar con uno mismo!
¡Estos enmudecimientos! ¡Este andar a la deriva!
Gottfried Benn

II.

Qué ingenuo, viejo Hudson, el que creyó
que iba a hablar de ti y del Rin y del Danubio,
cuando esta noche he bebido tus metáforas
como allá enfrente ¿es New Jersey? alguien bebe
su vodka, su arak, su whisky, el usho de las Cícladas,
el vino negro y espeso de un fuerte mediodía.
El trago de tus aguas que emborrachan lleva
al centro mismo de tu corriente múltiple:

cuanto más quito de ella, más le devuelvo.

¿Qué relación habrá, íntimo Hudson, entre tú
y este río al que veo escurrirse entre los puentes,
este sí, seguro, de la estirpe del río único del que habla el primer canto?
Cuánto se aclararía y se enturbiaría de saberlo,
entre un juego del mundo y un juego de palabras.
Pero tenía que engañarte a ti que lees o a ti que escuchas
(¿dónde, en qué lugar correrá ahora, después de escrito,
el poema-río?) para que con menos desconfianza
me acompañaras a estos movedizos remolinos,
donde como en el desorden de una sopa de letras
muchos nombres se asoman y se esconden.
Me pregunto también qué pasaría si estuviera a mi lado
un poderoso policía, un hombre bueno,
y tuviera que explicarle todo esto paso a paso,
la intoxicación con agua que no está
pero que sí, también ella deja su huella en el aliento
y un andar trémulo y distante,
es esto ya una experiencia rara en el mundo
pero igualmente fácil de confundir con otras dilatadas
pupilas,
con otros pulsos alterados, con otras alucinaciones ¿más baratas?
Ni hablar de las secuelas. Crea un hábito incontenible.
En otros tiempos seguramente había quien mataba para
proporcionársela
(¿Me escuchas Gilles de Rais? ¿Me escuchas gran Tiberio debajo de la tierra?)
O nunca hubo nadie en ese trance. Ni siquiera alguien que muriera por ella;
viejo Hudson de la mente, tú que eres su objeto y su riego
tendrías que saberlo y que decírmelo.

Ya nadie dice “caballo”
y hay un potrillo nuevo sobre el mundo.
Maldice, bendice, de ahora en más
el pan que lleves a tu boca sabrá a contradicción

© Luis Benítez

Poema de Graciela Caprarulo


a la sombra de la boca
la palabra no dicha
quiere guardarse

pero no de la cifra
o las muertes del mar

este paso no dado este silencio
incuba la pregunta
y rebalsa los cálices

qué espada qué piedra
volverá de la muerte

qué ha de permanecer
después de haber ceñido la corona
el zapatito precioso

acaso
este único credo de nombrar

© Graciela Caprarulo

Poema de María Del Mar Estrella


AMIGOS

Un puñado de sueños me regaló la vida,

son voces y son manos que siempre me acompañan
son alientos que empujan y silencios que cuido.
Son puertas en la noche. Y en el miedo, son ganas.

Mis compadres de sueños, es decir, la alegría

de sabernos unidos en el don de la magia
la última certeza de haber estado vivos
y después de la muerte, la primer esperanza.

Yo les debo mi sangre. Les debo la hidalguía

la fe de haber creído en estas pobres alas,
los pequeños triunfos, los combates perdidos...
Uno es apenas sombra si la amistad le falta.

Aquí los quiero a todos, hermanos de la vida!

Amigos, mis amigos, mis mejores palabras.
Aquí, junto a mis brazos, los muertos y los vivos.
Amigos.Mis amigos!. La mitad de mi alma!


© MARIA DEL MAR ESTRELLA

Poema de Alfredo Palacio


ELLA AVANZA EN PUNTAS DE PIE
sobre la fina cuerda en las alturas
sin trapecio ni red
...... ningún sostén si su paso decide equivocarse.
Va erguida y triunfal
su bello pecho de proa
el cabello negro entre cintas rojas
sus labios dibujando un beso de fuego.
Yo oscuramente
especulo con algún error de cálculo
alguna vacilación
una caída que me permita
abandonar mis dados y el cuchillo
sostenerla entre mis brazos
ser su salvador casual
que nada pase a mayores.
Y luego del sobresalto
jugar con mi copa de vino entre sus piernas
.................... que aún estarán temblando.

© ALFREDO PALACIO

Poema de Martha Goldín



un salto en el tiempo


.......... el espacio preciso

que necesito
...... para encontrar las palabras

............ que buscaron su lugar
....... en otra morada

........ atravesar el lenguaje

..................... recuperarlo
como quien recupera la alegría

......... después de largo silencio

............. y arduas tareas
orillando límites

para que la esquiva no huya

.... llevándose también mi finitud

....................... lo que me queda

el pequeño privilegio de ser humana

y contener mis dolores
... cuando una mano pequeña se extiende

que pobre el lenguaje

...................... me digo
que pobre


© Martha Goldín

Poema de Patricia Díaz Bialet


PISTA DE BAILE (I)

al hombre de tiempo enjaulado

Acting upon information received
Rosie had everything planned
Stood in the garden with shotgun in hand
What a woman
Supertramp


y yo bailaba mi diminuta Italia
-ópalo de pista untada de muerte ahora-
y yo bailaba en hueco de hiena la verdad aristotélica
en orfandad de navío errante yo bailaba
mis piernas taconeando la madera
-los orgullos agónicos ahora-
y yo bailaba
con pablo con mariano con josé el fenicio maloliente
a través de la ventana tu oscuro maldecir de novio
y yo bailaba la melodía erguida
la menta en mi vaso de vapor y yo bailaba
los sillones eran góndolas de anclaje
un hilo hecho de sábado
una mesa en reposo
-los gatos escondidos en la luz a veces nos traicionan-
pero yo bailaba la eternidad de tu recuerdo el bretel de flores
bailaba en idiomas irresueltos
festejando mi naufragio mi partir hacia lo que queda
-un gramo de dolor se aferra a mí en estos días-
pero yo en mi hamaca de diosa o de zarina
yo bailaba la portentosa música
mi suerte tu whisky tu hermosa hermana

© Patricia Díaz Bialet

Poema de César Cantoni


TRAICIONÉ A MIS PADRES

Traicioné a mis padres: no acaté su legado
ni recorrí el camino trazado por su índice.
Defraudé a la ciudad: no tuve oficio ni empleo
y mi voto sólo llevó inquietud a los burgueses.
Menosprecié a los dioses: no veneré sus máscaras
ni me hinqué ante sus nuncios terrenales.
Desoí a la razón: cuando hube de callar, solté la lengua;
cuando hube de ser cauto, puse el dedo en la llaga.
A una edad en que ya debería preparar mi alma,
alivianarla para su despegue,
no puedo hablar siquiera de arrepentimiento.
Condenado por todos los discursos,
sigo escuchando la impenitente voz de la poesía,
su incitación a la desobediencia.

© César Cantoni

Poema de María Julia Druille


Lo que alimenta la inocencia

la vida es tan corta
siempre amaré la rebelión
de los junquillos brotando
en la sorpresa estéril
.................... de la tierra
un golpe lento al corazón
................. pero certero
como la hoja seca
..................... caída
en el estanque
su inexorable naufragio
y a la vez la belleza
la inmortal promesa del instante
el tiempo es tan irremediablemente breve
siempre extrñaré mis tréboles
no habrá plazos en mi vida
ni volveré a asomarme a esta ventana

lo que hice es una ampolla
............................ en carne viva
pude salvar a otros
............................. salvarme
la vida es tan corta
sólo queda
lo que alimenta la inocencia


© María Julia Druille

Poema de Álvaro Baltazar Chanona Yza



ENTRE EL ERIAL Y EL RIO...

C.)

Porque puedo construir una acequia

para los pueblos que tenían sed
un jazz lento y alargado
como los brazos de cedro
del sillón donde mi abuelo se mecía
cerrando sus ojos de olivo y miel
a los delgados cuchillos de la luz...

Porque en la cárcel circular

de mis huesos sigo preso
en su oquedad sé que encierra
el silencio ese grito encarnizado
que aún nos pide ayuda...


© ALVARO BALTAZAR CHANONA YZA.

Poema de María Cristina Fervier


DESPUÉS DE TI

Regreso desde la otra orilla
tierra de nadie, páramo imperfecto
donde colgué tu sombra
con la tensa cuerda del olvido
En la distancia gris del silencio
quedaron sepultadas las palabras
gastadas de tanto callarlas.
Después de ti quedé inmersa
en la niebla de la soledad,
perdida en mis propios laberintos
atravesé el límite del dolor y del querer,
y regreso desde la ribera de la nada
con mi esencia renovada.
Sin esgrimir el arpegio de su trino,
después de ti, a mis pies,
yace tieso el gorrión de un sueño
que no pudo ser vuelo.

© Maria Cristina Fervier

Poema de Jorge Manuel Herrera


Estos días

Una sexoservidora yace en medio de la pista

Inerte
Tragicamente balaceada
Mientras tú y todos los habitantes del congal
Huyen despavoridos hacia la colina.

Nada de esto venía incluído dentro del show

Por más que reviso el guión
Nadie nos dijo que beberíamos
En la misma mesa que la Muerte

Yo no quiero firmar estos versos

En los libros que se publican mañana
Quiero cerrar puertas y ventanas
Y que el viento enrojecido no entre al país.

Ni el mismo Diablo aguanta un trago

De este podrido aguardiente
¿Qué haríamos tu y yo para conservar etílica
la infancia de cada ciudadano?

Tal vez si volteamos la vista al cielo

........... Alzando las manos
Pueda dotarsenos de pechos repelentes a tiros
Cabezas que no se desprendan del cuerpo
Corazones blindados contra el espanto.

La nota roja de Zamora en estos días

Herida reza matutina
Por una buena puntería de los sícarios.

© Jorge Manuel Herrera

Poema de Liliana Varela


NOCHE DE PASOS

Como constelaciones

tus pasos imprimieron surcos
en la dormida epidermis
de mis vacías palmas.

Ascendiste escondido

en la negrura
de un cielo inalcanzable

que burlándose de mi

brilló con la magnitud
de miles de novas.

© Liliana Varela

15.1.11

Poema de Leonardo Martínez



EL RECUERDO

Liebre escondida entre las altas hierbas
dispuesta a huir
no reptil ave o pez
en su agujero cielo o agua
sino liebre a todo lo que da
cabalgando en ancas
de horas felices o color de nada
liebre
arrastrándose en las zanjas
incapaz de mí
sola de mí en su sangrar
ahogada en las entretelas de mi corazón

© Leonardo Martínez

Poema de María Eugenia Caseiro


Residuos.-

Quinto.

Quedamos olvidados
en las tablas,
apenas un galeón
nos mira y pasa. El casco
hundido no nos ve
cubiertos de salitre
¿a quienes reclamar
nuestra verdad?


© María Eugenia Caseiro

Poema de Alejandra Leonor Parra


Y como será aquello
de andar el río
no descalza
....... de tener remos
....... salir y entrar a la vida

....... Tanta la intemperie
....... tan cerca la espuma
....... el tornado
.............. de sal
....... la inundación

y un refusilo en las manos

que quema
el nudo
....... a cualquier muelle

y cómo será
una orilla
un paraguas
un padre

algo de dios
....... sea perdón o castigo
y no

esta verdad

....... cosida a los hombros
....... que me lleva

© Alejandra Leonor Parra

Poema de Norma Segades


Por los cauces secretos.

Aquí,
... dentro del pecho,
el odio es un puñal,
..... es un veneno,
una lepra royendo las entrañas,
un ritual de cenizas .. sin cerrojos
asfixiando recuerdos.
Aquí,
..... bajo esta piel que se encendía
en la salvaje fiebre de tus besos,
hay un volcán ardiendo, .. hay una copa,
hay un cauce secreto
en el que escancio agrias desmemorias
para saciar la sed de mis infiernos.
Aquí,
.....en este útero de lava,
por los azules yermos donde,
..... un día,
tu amor multiplicaba las simientes,
sopla un viento de fuego
y una luna de sangre sin destino
y negras mariposas
y los lobos .. ebrios de ausencia
violentando sellos.
Y yo debo saber,
y me pregunto si aún es posible perdonar,
si puedo
oficiar el olvido en mis altares
antes que me devoren los espejos,
si aún queda algún retazo de memoria
que pueda prometerme una nostalgia,
un rocío de luz, .. desnudo y fresco,
que llovizne sus leves transparencias
sobre las cicatrices de mis sueños.
No me sirve este odio, .. no me sirve,
y, .. sin embargo, .. soy su prisionera
por tantas soledades malheridas,
por la ternura asesinada al viento,
por la cólera alzada en estandarte
cuando el hastío era una bocanada
de espinas, .. de maldad .. y filos ciegos.
Y no puedo el olvido, .. y no perdono,
y cargo lanzaderas con mis odios
y deshilo el amor, .. y sigo urdiendo
en la desolación de mis telares
el sayal, .. amarillo, .. del silencio.

© Norma Segades

Poema de Paulina Juszko



Estamos aquí
y la nostalgia es nuestra única herencia
una maraña de sueños fallidos nos va sofocando.
a veces / durante un minuto /
siempre y jamás dejan de ser vacías cortezas
el unicornio se escapa del tapiz
viene a mirarse en nuestro espejo
alguien
después de habernos buscado largamente
se detiene ante la puerta
hay días en que /
se camina sin vacilar
días en que /
los tréboles huelen a infancia.


© PAULINA JUSZKO

Poema de Mónica López Bordón


SI LA VOZ SE SINTIERA CON LOS OJOS

Tocas en mis costados
el laberinto y todas sus sendas
ceñidas al color de tu voz
y al tacto ondulado de tu vista.

Si la voz se sintiera con los ojos,
cáliz desquitado en las carcajadas anegadas
del llanto vacío de hoy, del día que se acaba.

Atiéndeme, se va mi fuerza haciendo nube,
te miro y no llego, amor en las palabras.
Te digo: espérame…
cuando ya, otro rostro, nos sonríe.

© Mónica López Bordón

Poema de Marta Lía Brossa


Memorias

Memoria de los adoquines,
bastones que golpean
una y cien veces los ladridos de los perros,
los alaridos de la impotencia,
literatura en vuelo en el portal de la muerte,
que nace hacia la vida del poema último y primero;
memoria del barro, entierro de sueños,
raíces del tiempo que profana el olvido,
convertido en flores, en hijos sin rostro,
en bosques colmados de úteros vacíos;
memoria de minutos pesando como siglos,
espacios habitados por libertades de sangre,
coagulada en las tumbas de la vergüenza;
memoria de bocas engullendo las llaves de la razón,
los pasos recorren senderos de sol,
las plazas se llenan de música, ruegos, resignación,
ayer demonios, hoy ángeles con máscaras
caminan en círculo,
todavía acechan los recuerdos vivos.


© Marta Lía Brossa

Poema de María Laura Coppié


Farewell

Era un martes ronco
cuando nos separamos.
Ronco y amargo.
De eso estoy segura
y no de mucho más.
No hubo último beso
ni opaco llanto.
Sólo silencio
y el tiempo.

Y esta opaca viudez
con que paseo
menos sola de vos
que antes.

© María Laura Coppié

Poema de Madeline Millán



Boca de un caracol en su oreja

seducir una mujer por túneles de voces
todo lo que habrase dicho estará contenido en ese hueco
besos de atardeceres fabulando en las olas mañana barco
yéndose de ayeres por marejadas mirada de horizontes

como el de hoy besas en el oráculo del tímpano

tan fácil oír un caracol con promesas
oír las olas venir, las olas ir
hacernos el amor o viceversa
hacernos a la mar

y las olas golpean, simplemente
golpean
contra las rocas

© Madeline Millán

Poema de David Rosario Sorbille



BOHEMIA

Este cuerpo que ocupo
deambula por las calles
que lo vieron crecer,
desde aquella niñez
de los múltiples oficios,
hasta la plenitud
de esta bohemia
que renueva sentimientos
y persigue lejanas utopías,
con la misma pasión
que encuentra en la memoria,
la razón de mi vida.

© David Rosario Sorbille

Poema de Any Carmona


Las nubes fugitivas

Cómo agradecer a las nubes
esa abundancia fugitiva?
Pablo Neruda


¿Por qué se van

siempre?
¿Por qué las nubes
cubren tu pelo y mis ojos
de lágrimas como gemas
y luego se van?
Nubes pesadas
de plomizas aguas
heladas,
abundantes
y fugitivas.

¿Por qué siempre
huyen?
¿O soy yo que me voy
de ellas,
hacia otros cielos?
De los abundantes
y pródigos prados,
me voy.
De las cicatrices y
las heridas vengo.

¿Cómo agradecer
a las nubes
esa abundancia?
¿Cómo, si no pueden
alcanzarme?
Una y otra vez escapo
de su riqueza.
Es que simplemente
no las merezco.


© ANY CARMONA
Foto enviada por la autora del poema

Poema de María Amelia Diaz


Lluvia de enero
El agua
no tiene lengua
su agonía no canta
............... no susurra
............... no murmura
Su sonido es retumbo
de piedra y de agua
de agua y de piedra, y canaleta oxidada,
la sangre que los tiempos le fueron
para que esta madrugada
despierte nuestro insomnio sobre la casa.

Hay un perfil de agua cosido a la ventana.

© María Amelia Diaz

13.1.11

Poema de Gustavo Olaiz


Parsis

además de Dios
eres otra cosa?
Soledad Davies


en la terraza
de la torre circular
el cadáver desnudo
aguarda a los buitres

sus ropas se diluyen

en el ácido
y empiezan a olvidarlo

bajan las aves

sirvientes de la muerte
con su misión sagrada
consumición ritual

olores nauseabundos

mueve la severa brisa
desde sus bocas sucias

ojos secos

satisfechos
fríos

quedan piedras de sal

se desviste la muerte

sacerdotes

apilarán sus huesos
con las osamentas
de los siglos
que soporta
el fino polvo
de la eternidad

aséptico final

en la torre
del silencio

© Gustavo Olaiz
Foto enviada por el autor del poema


Parsis, religión que queda de lo que fuera el zoroastrismo, el de Zaratustra, el del dios del bien Ahura Mazda (y creo que después lo llaman Ormuz) y el dios del mal Ahrimán. Unos miles que viven en Bombay. En su lugar de origen Yazd (Irán) no queda nada de ellos me parece, es que los musulmanes no toleran otra religión, en cambio en la India sí. Las torres de Irán abandonadas, las de Bombay con los buitres trabajando sirvientes de la muerte.

Poema de Karina Sacerdote


Cielo urbano II

puedo afirmar que el cielo

no es el mismo cielo en todas partes
el cielo que se ve en mi terraza
más que cielo es un testigo
más que cielo es un dibujo
un dibujo pintado con lápices
lápices acueralables y algo de carbonilla
es por eso que la humedad
la humedad de los ojos de mi papá
cambia la imagen de ese cielo
y me lo muestra a mi solita
con sus múltiples variantes
cada vez que lo extraño

© Karina Sacerdote
Foto de la autora del poema

Poema de Yolí Fidanza



En silencio los astros giran ciegos,
testigos son de ausencia.
Efímera fue la hora del mutuo acontecer
se apaga la voz lejana, calla la cercana voz.
El amor dice: Adiós. Hoy llora el cielo
y al mirarme descubro, nieve en el pelo.

© Yolí Fidanza

Poema de Elisa Dejistani



.....Quién posee la certidumbre del prisma
.....después de oir el canto de los pájaros


Soy apenas bruma
paseando con mi sombra
a espaldas de la urna
Un espectro
con dedos transparentes
acariciando la forma
del último suspiro

Soy apenas un perfume
un hueco
desbordado en la sed
una pausa
escrita en el polvo

© Elisa Dejistani

Poema de Liliana Lapadula


DE LA IMPIEDAD

“La cuestión no es: ¿pueden razonar?
ni ¿pueden hablar?, sino: ¿pueden sufrir?”
Jeremy Bentham

Un perro recorre las calles
en busca de una mirada compasiva.
Casi extraviado, da vueltas y vueltas
hasta rendirse jadeante
sobre una vereda en sombras.

Hurga con desesperación
en las bolsas malolientes de la ciudad.
Encuentra un hueso
lo aprieta entre sus dientes
y como preciado trofeo
lo lleva hasta un oculto
rincón del mundo
para que el nuevo día
no lo sorprenda huérfano.

Mientras tanto, para esconder miserias
y no dejar huellas
algunas manos empastadas y crueles
resuelven su destino.

© Liliana Lapadula

Poema de Victoria Asís


Universo poético

Es su acento quien forma mis partes y mi todo.

Palabras, ideas, emociones.

En sus percepciones transforma mis sentires,

que surgen similares a los suyos,
formando ese espíritu ideal poblando la poesía.

Por momentos, tierna y suave me visita

su palabra, para luego perderse entre ironías
y sus vaivenes léxicos, enturbiando su decir de maravillas.

Lo encontré entre música, imágenes y ensueños

en elevado trance aprendí su melodía
vigente aún en mis cantares. . .

Y fuimos uno, enlazando palabras y vivencias

en profunda unión de sensaciones
nos encontramos en versos compartidos. . .

© Victoria Asís

Poema de Rubén Derlis



PROPÓSITO

Desprender los antes inservibles
–apéndices inútiles–,
abrir espacios de existencia
a nuevas realidades, otras respiraciones.
(Simple el planteo de intención magnífica.)
Pero cuesta encerrar la niebla del ayer en un cuarto olvidado,
dar dos vueltas con la llave del hoy, decir: ahora.


© Rubén Derlis

Poema de Susana Roberts


Donde Vivo

Vivo bajo otro cuerpo
con mis dioses
en un lugar anexado al paraíso
donde crecen campanillas blancas en invierno
Y se desprende la trova en su locura

Vivo donde habla el viento
entre ángeles salvajes
que maldicen y embellecen
cada rostro, cada nervadura

y asi va girando
a pura mueca
el pan sobre las mesa
en el reino interno del exilio

Donde vivo
he intentado escribir sobre las olas
regalarles mi existencia
a los que amo
y sin embargo las ausencias
sortearon los otoños mas dorados

Hoy … donde vivo
la luz me ha dejado un espacio
donde la vid y las fresas
junto a la furia del sol
beben los labios de la lluvia
desde el templo celeste
que prorroga las estrellas.

© Susana Roberts

Poema de Molly Bic


Detrás del insomnio
vive el tiempo
que no pudo
refugiarse
en otro tiempo.


© Molly Bic

12.1.11

Poema de Francisco X. Fernández Naval


NO SE VENCE a la sombra.
Es una niebla
que diluye las formas
que reconstruye las palabras
en los ángulos
de adentro.
Nunca se muestra entera
no se disfraza.
Desvirtúa, eso sí, el tiempo
y la memoria,
el corazón
y las lágrimas.
Difusa confusión,
difícil tránsito
hacia oxidados desechos de luz.

© Francisco X. Fernández Naval