30.4.10

Poema de Héctor Miguel Ángeli



UNA MOSCA

Un bar. Y en tu frente una mosca anclada,
luego de ser el pez de la cerveza
y una tormenta entre los dedos quietos.

De pronto, presa bajo tu mirada
en la mano con que la golpeaste,
fue estrechándose a ti y te contuvo,
esa mosca lasciva y degollada.

¡Y yo inútil en mi deseo vano
sin otro rostro que la inadvertencia!
¡Y el insecto crecido ante la nada!

Si pudo más el tránsito liviano
para ganar tus párpados, ¿fríamente,
entre las moscas tácitas del día,
dejaré el denso corazón humano?

© Héctor Miguel Ángeli

28.4.10

Poema de María Paula Mones Ruiz



ACROBACIAS DEL SILENCIO

Sé que no pasas mucho tiempo
sin posar sobre mí.
Sabes, conoces los trucos de mi espíritu.
Sé de tu mágica y cruda aparición
sé que eliges nuevos sitios de protagonismo.
Eres mi viejo amigo, pintor de espejos negros
pero callo tu nombre, protejo tu identidad
para no romper mi Luz.
Juntos… fulminamos el monosílabo grito.
Con mueca ilusionista, camina la vida.
Y yo…
sostengo indescifrables
acrobacias del silencio, añicos de mi carne.
Mientras la cuerda afloja
desapareces …
conmigo a cuestas
iluminándome.


© María Paula Mones Ruiz

Poema de Juan Sagardía



NO ES EL MOMENTO

El satélite no se aproxima
luna sin motor
ni corona.

Linaje sin nacimiento,
conserva la pureza
y se salva de toda guerra...

Mientras aquí
se colecciona agobios
y luchas malgastadas
se subsiste.

Mientras tú
solo fuiste animador
del pecado incondicional
pero Dios decidió
no ser el momento.

© Juan Sagardía

Poema de Nora Alicia Perusin


México 8 de agosto de 1960, (en tren de regreso)

“...mi pensamiento gira como el crepúsculo en torno de ti.

Dejo atrás una aventura inédita,
junto a Raúl de La Habana a Santiago
nos rodeó una tormenta entre el cielo y la máquina.
Al fin llegamos,
abajo
nos sumamos al desfile
negros blancos mestizos nosotros ellos
todos bajo un sol inaguantable
hicimos el trayecto a la Sierra Maestra,
el vértigo nos haría iguales a cada paso.

Cantamos algunos tangos, bebimos cervezas
y hablamos de la revolución.

Las colinas configuran un ancho círculo
donde aguardar el día a cielo abierto
entre el barullo de fogatas, tiendas de campaña,
camiones gastados por el polvo árboles.
Dormimos como ángeles al reparo de la noche,
Al amanecer hallamos un estero de aguas transparentes

y nadamos un rato

No es la tierra de los desesperados la que piso
no es la tierra triste
es la tierra de este siglo.
.................Aquí en la Sierra Maestra hay otros.

© Nora Alicia Perusin

Poema de Graciela Bucci


Oscuro

“Después
una se encuentra con una y no sabe a qué cosa de nosotros
/perteneció la idea de alguna vez la dicha.”
“Afuera estaba el mundo” Laura Massolo



de a poco
como entornando la boca del ángel
se encargó la noche de tapiar el día
fue pertinaz en el intento

se olvidó de mí
completamente
y salpicó de coágulos
los días que me restan.


© Graciela Bucci

Prosa de Claudio Simiz


Visnú

..... Las cosas bajo tierra/ se serenan se entregan se disuelven/ para volver en flores en arenas en pigmentos/ que huelen a recién nacido/
..... Otras retornan tumultuosas/ maremotos magmas exultantes/ para la destrucción que se sacia en la vida/
..... Pero hay una tercera razón de cosas soterradas/ las que persisten/ mordidas de soledad/ obcecadas de ayer/ las que aguardan silentes/ estas que ahora desentierro y empuño/ para partirle el pecho al hambre a la tiniebla/ y empezar a volver/ antes de irme.

© Claudio Simiz

Poema de Rosa Lía Cuello


DOLOR

Sangra el silencio de la tarde
sobre un perfil de fotos viejas
la mano de la nada
me recoge en sus entrañas
para acunar el dolor que ha renacido.
La mentira se cubre con un manto
de tules de colores
y de su armazón cuelgan lágrimas resecas
mientras un adiós no consumado
se filtra por las grietas del recuerdo
para astillar el tiempo.


© Rosa Lía Cuello

Poema de Xenia Mora


EXILIO

Transcurro la vida
por laderas peñascosas,
rasguño la tierra
albergando un sueño.

Astilla humedad
la voz de mis ojos
al crujir la cerradura
de la puerta tras de mi.

Fui ofrenda a los vientos
con la vestimenta helada
del destierro de mi casa
y del exilio de mi sangre.


© Xenia Mora Rucabado

Poema de Silsh



En un vaso el ingenio
derrama su entelequia
por la mesa


© Silvia Spinazolla (Silsh)

Poema de Patricia Ortiz


Melodía

Notas azules
-en el irregular-
pentagrama del amor,
enlazan emociones
ritmos caricias vítores.
Los amantes osados
desafinan / desafían
¡atinan!
escriben su propia melodía.

© PATRICIA ORTIZ

27.4.10

Poema de Juany Rojas


LA PRISA

Este pasar
rozando los instantes
sella la tapa y contratapa de las horas
Las vuelve apenas
un boceto del día

© Juany Rojas

Poema de Betty Badaui


CREÍA

Creía conocerte
como la hembra al macho
y la tierra al magma
creía conocerte
desde el astral refugio
de tus manos
y los besos sin respirar.
Creía conocerte
y nunca advertí tus lágrimas
sosteniendo el dolor.

© BETTY BADAUI

Poema de Norma Segades


En la distancia.

Nunca estuvo tan lejos tu ternura,
tan lejos de mi piel,
..........de mis cabellos.
Nunca estuvo tan lejos,
..........como ahora,
de los vuelos tajantes
..........y el silencio,
del vaho navegante de los musgos,
de la luz vertical de las lloviznas
cuando el ocaso es una luna roja
atrapada en los cauces de febrero.

Y yo aquí,
..........en la distancia,
con tantas ganas de decir: “ te quiero”
y entrar en la tristeza de tus ojos
y encenderte las rosas,
..........como siempre,
con la complicidad de alguna esquina
desvelada de besos.
Pero,
..........ya ves,
..........es tarde
..........aunque lo calles,
te delata tu mano,
..........distraída,
abandonando harapos de caricias
aquí,
..........sobre mi miedo...
y el delgado perfil de la nostalgia
recortando la orilla del destierro...
y esta absurda vergüenza
de comprender,
..........al fin,
..........que tu ternura
nunca estuvo tan lejos.

© Norma Segades

Poema de Mónica Palla/Daniel Marino


una puerta sin paredes es tu cárcel.
no sólo tuya es la decisión de la apertura.

cómo decir lo que no puede ser dicho, te preguntas.
cómo decirlo, te suicidas y te engañas.

no son tus palabras las que nombran lo innombrable.
no son tus pies los que trazan el sendero.


© Mónica Palla/Daniel Marino
Pintura: Manuel Civano

Poema de Isabel Krisch


TAL VEZ

Tal vez seamos también
un minúsculo .. grano de arena
en el desierto

un átomo .. una molécula
una insignificante .. partícula mineral

la lejanía .. el roce
el prejuicio .. la mansedumbre

Tal vez seremos (digo)
la infinitud precisa .. de la nada
o la entidad .. absoluta del todo

la seriedad .. el desatino
la equivocación .. el milagro

Tal vez seamos .. aquéllos
encargados de aparear .. sustancias
y como remitentes de esta vida
desparramar
esperma .. semilla .. savia

Tal vez seremos .. infausto juego
de otro
una mixtura original
el resultado despiadado
de un encuentro

Quizás seremos .. todo esto
o tal vez seamos
nada más .. que hombres

© Isabel Krisch

Poema de Juan Borges


ABRAZO DE FUEGO

En ese abrazo de fuego que incendió aquella luna luminosa,
Me vi desnudo andando
Hacia tus brazos que me ansiaban
Me devoré en segundos aquellos ríos que pudieran acecharte,
Te hablé de penas y en el preciso instante
Que tus lágrimas me tomaron de rehen me entregue sin armas hacia el mar puro,
De todos los abrazos
Nos hicimos uno como cuerpos en sacrificio, el nuestro…


© Juan Borges

Poema de Myriam Leal


Mi ángel solía mirarme
con sus ojos de gruyere
mientras comía un peón blanco
Ahora
tras sus anteojos negros
él todo lo encuentra aburrido
excepto el póker y la velocidad
‘’No me esperes despierta’’-dice
al ponerse la campera negra
‘’Esos amigotes tuyos’’-intento
‘’Alguien los olvidó en la pick-up’’-
me ataja
y enciende un habano
en tanto
se ajusta el cinturón con tachas
Un nudo me florece en la garganta
al colocarme las alas
que él ocultó bajo la cama
Otra vez se fue sin casco

© Myriam Leal

Poema de Migdalia Mansilla


Como una flecha

abandonó a Enone
la ninfa antes amada
se fue tras la huella
de Helena
y junto a Apolo
clavó la flecha
en el talón de Aquiles

París
el talón de mi cuerpo
lleva por nombre
..................... corazón


© Migdalia B. Mansilla R.

Poema de Moni Indiveri de Vega


opuesto de la luz
no prudente
el punto de ruptura
su origen

una fuerza de disolución
desboca el magma
la regresión la absorbe
se desliza con velocidad
a lo caótico
a ese gelatinoso sentir

sostiene los rostros
de papel
ellos obedecen la ley de gravedad
uno a uno caen
embriagado por el néctar
se hacen posibles
las formas

un sol negro
suspendido entre el deseo
y la desesperanza
trepanado el cerebro
dos veces
(¿qué se escapó por las fisuras?)

napas de pesadillas
y un cielo ... erizado

© Moni Indiveri de Vega

25.4.10

Poema de Marizel Estonllo


Uno y otro

El gran coreógrafo diseñó los pasos
quiso asemejarlos a la marea del deseo
con la fuerza de la furia transmutada en alegría,
acariciada por la imaginación constante de la sombra.
En su pátina transitoria,
la verdad muestra lo insoportable
intensidad y fuga del instante
igual a la brasa ardida de tu boca en la mía.

Se encuentran y reinstalan la confianza
como una piedra verde tallada en la templanza del verano,
..... quiebre del humo en el espacio
rasgado apenas
..... por la clemencia de la bruma.

Danza del jazz en los pasos del otoño,
con los cuerpos de la fragilidad
................... tan cercanos
................... y tan únicos
como un renglón imposible.

© Marizel Estonllo

Poema de María Eugenia Caseiro



.................
A la Abuela, a mis Hermanas, a mi Madre


Ángeles.

Guarda como nadie
la destreza de ensartar agujas
arcángel esponjoso
suma de su amar,
amar dotado en trazos de merengue,
ángeles recién horneados
en la efímera paciencia de la vida.

© María Eugenia Caseiro

Poema de Patricia Díaz Bialet



NO SOY MUJER DE ESTAR ENTRE LAS OLLAS


No soy mujer de estar entre las ollas
Ni siquiera incipiente prostituta
Convivo con el hombre hasta que aguanto
Hilvano pesadillas de trabajo en ésta mi ciudad ambivalente
El río es mi más perverso compañero
-cada mañana recuerdo cómo fue lanzado el cubo de agua en los que ya no regresan-
Mi perra, el alma que se cuela entre la nube en plenilunio

Rindo homenaje a mi hartazgo ante la utilidad de las cosas
Hago lo opuesto de lo que necesito
No sirvo para las tretas de la vida
Ni para la tediosa albúmina que abreva en mi pena

No sirvo para tamaña procesión de guerra que es la vida
Para la locuaz enmienda del dinero
Para la sobrevida
Los lujos
O la madeja de pánico que se entromete en mi sueño
Y me descalza las palabras

Entonces creo que el abrirme a vos es necesario
Pero nunca es suficiente
Yo necesitaría un hombre ángel

Alguien que amordace el tiempo subterráneo que me nace
El palmo de frescor que me regrese al revés de la noche
Y finalmente un lugar esponjoso en donde hundirme para siempre

© Patricia Díaz Bialet

Poema de Elena Eyheremendy


Bandera o Pez Flameando sus Señales

Ácido sobre el testigo
que no pudo Olvidar la señal de esa nave
en peligro de naufragio

................Su pelo Era bandera o pez
................y su seda Flameaba señales de socorro
................Para Que Vos Las Vieras

© Elena Eyheremendy

Poema de Victoria Asís


Cuando la vida me encuentra así:
Devastada y en silencio.
siento que una mano oscura golpea
la aldaba de mi entraña
y entra en mí un presagio de horas
tormentosas.

No encuentro refugio ni consuelo
en la palabra no hay sones ni colores,
capaces de abolir al desolado gris
que opaca el brillo de la tarde,
no me da tregua ni sosiego.

Mi sentir está allá,
cautivo de sus verbos que no llegan a mi playa
vacía de notas y armonías
y así muere el concierto de su voz,
desnudo de sonidos el ave adolorida de mis versos
plega sus alas al borde del abismo. . .

© Victoria Asís

Poema de Ignacio Osorio



Diferencias

No solamente nos separaban
las bocas de los fusiles
sino también lo que creíamos
acerca del amor.

© Ignacio Osorio

Poema de Yolí Fidanza



¿Cómo conocer qué esperas de ti conmigo,

de mi contigo? Como en códice quisiera
estudiar tus símbolos, tus signos,
en medieval retiro, descifrarte.


© Yolí Fidanza

Poema de Fernando Sánchez Zinny


Casi contrapunto

Dejo una pena en el aire
para que en tu boca cante.

Dejo este beso en el agua
para que llegue a tu playa.

Y hasta procuro una copla
con alas de mariposa.

Pero es tarde para todo,
pues oscurecerá pronto.

Se acallará mi voz antes
que venga a escucharla alguien.

(El beso que va en el agua
nunca llegará a tu playa.)


© Fernando Sánchez Zinny

Poema de Ángela María Rosa Leoni



Este silencio, en la noche cerrada
abastece los recuerdos
perdidos hace tiempo.
Te veo recorriendo, mi cuerpo con tus ojos
te veo entre mis brazos, llorando la partida.
“ No eras”, decían ellos
“lo que yo me merecía”.
Tal vez les hice caso,
tal vez fue la partida
de aquella noche triste
en que yo te perdía.
¿Por que no dudé entonces
que historia hubiera sido?
Pero éramos tan jóvenes
que mucho no entendimos.
Nos fuimos en caminos
que eligió el destino.
Tal vez, no te hice caso,
tal vez no nos quisimos.

© Ángela María Rosa Leoni

23.4.10

Poema de Roberto Reséndiz Carmona


Veneno al juego

Ofrece nectarinas
como si fuera un delfín en el océano
el hilo, la aguja,
serpentinas de papel picado.

Ofrece reinas, bosques,
redondas gemas para el jardín y el sepulcro
el velo raído de la novia
la sinfonía de Mozart moribundo.

Ofrece
manzanas de oro
el vellocino
un trago de sangre
la herida interminable
la eterna novela
que escriben los amantes.

Ofrece
el mapa del tesoro
dos siluetas de ave
la tempestad en Waynapicchu
un beso ardiente
en otra cama profana.

Ofrece
a cada discípulo la túnica morada
la piel sin vello ni escafandra
los ojos delgados
el suspiro en sutil algarabía.

Ofrece
higos disfrazados
jugo en el veneno
un aguijón para que toque su reflejo.

© Roberto Reséndiz Carmona

Poema de María Del Carmen Suárez



EL PUERTO

Placer de la música
voz del desconocido
enredada en mi cuerpo
desde lejos invade mis vísceras
despliega sus metales
sus notas
se diluye
flota en el naufragio del laúd
desembarco hasta ser la música.

© María Del Carmen Suárez

Poema de Leonardo Martínez


ANTEPASADOS

Quiero creer
que mis antepasados
fueron príncipes del sol
de mirar oblicuo
para no lastimar la tierra
que cocinaban
dándole forma
de animales imprecatorios
del sigilo
de la sangre
de la fecundidad y la esperanza de ella
el rocío del esperma del sapo
la danza circular del suri
el salto despiadado del puma
la serpiente del ojo sin párpado
la lechuza de ojo circular
y entonces comían
de la ceremonia de un reparto celeste
y a las viandas las sazonaban
con una tierra amarilla
y en las festividades
el ají les abría una sed
que calmaban con fermentos de maíz
y la tierra les amamantaba y cuidaba
ganados y sembradíos
y vivían cubiertos por divinidades
terrestres y celestes
que siempre los protegían
pero a veces lastimaban
para hacerlos más suyos.


© Leonardo Martínez

Poema de María Amelia Diaz



INSTANTÁNEAS

I

Verano
el cielo es un violeta tan sutil
que perfuma el canto de los pájaros.



II

Esta noche, en el tendedero
las camisas mueven desesperadas
los brazos,
blancas de jabón y espanto
bajo la explosión del rayo


© María Amelia Diaz
Pintura: Kathe Kollwitz

Poema de Mariana Toniolo


Tres días
los dientes doliendo de inocencias
la calle sin flor,
un paisaje de vientos en las sienes,
el dolor encanecido de la mirada,
sin desgarro
y la luna,
vela sin búsqueda de inciensos
madeja hirviendo,
nada, o todo siempre.
Abismo en el abismo de tus manos...


© Mariana Toniolo

Poema de Leonor Silvestri


media clase

cuando el miedo visita
envuelvo mis juguetes
en un ovillo de miedo
nada se mueve
nada se muda
nada conmueve
ni el frío ni las hojas
ni este otoño celeste
como torbellino
de polvo pobre hambre
muerte quieta allí
estoy bien

© Leonor Silvestri

Poema de Leonardo Gastón Herrmann



Especulación de la inseguridad

III

Desterrados del sistema
sombría conjura de la hambruna en los huesos,
Campamento devastado de gitanos
diáspora de la imagen en los barrios
los ejércitos de ocupación arrasaron la esperanza.


©Leonardo Gastón Herrmann

Poema de María Laura Coppié


Sismos en cadena

Temo.
Al paso equivocado,
a la promesa en vano,
al vacío del cielo,
a la niebla en sus ojos.
A la fiera impaciente,
a la abandónica yo,
a la cabeza que no para,
nuestra peor enemiga.
Y a mis manos
que no siempre
me rescatan.
Y la sombra quieta.
A la impávida lluvia,
a cualquier clase de renuncio.
al corazón hibernando.
A la despiadada que observa
de lejos
cómo mueren las plantas.
A la decepción
doliendo en la espalda,
a perseguir sueños ajenos.
Al pasado ladrando
incansable.
A las almas en venta.
Al abismo y a su eco.

Hoy,
como todos los jueves oscuros,
me visto de miedo.

Y tiemblo.

© María Laura Coppié

Poema de Liliana Varela


Y te fuiste.

Y te fuiste.
Mi mirada te siguió preguntándose el por qué del abandono,
el por qué del exilio que emprendías sin motivo aparente,
el por qué del arrojo al vacío sin el paracaídas que mi amor
era para ti.

Y me detuvieron.
Mis pasos seguirte quisieron y hasta pensé que lo había logrado
pero el hado, el destino malvado, el cielo o el infierno
me devolvieron a este vacío cuarto,
a este laberinto sin salida que espejado se ríe de mi sufrir.

Y enloquecí.
Intentando entender el por qué y el cómo,
preguntándome qué rutas tomar para alcanzar tu viaje,
qué excusas herejes vaciar en la bilis del ateo reproche,
dónde derramar la sangre que brota cual maná de mis ojos.

Y entendí.
Que existe un motivo que no puedo comprender aún
designio celestial que torturante me obliga a existir...sin ti,
Que todo camino, sendero o atajo, me lleva al mismo fin.
Que aún no es mi tiempo: que debo esperar
pues este lapso me hará saber la realidad de tu importancia,
y la valía de mi alma.

Y que cuando culmine todo: te buscaré sin prisa, con calma
pues al cerrar mis ojos al blanco día no daré un paso siquiera
pues tú me izaras en tus alas por la eternidad.

© Liliana Varela

Poema de Álvaro Olmedo


AL FINAL
LAS NO RAZONES


aceleró el tiempo que estremece el latido
las estrellas se acercan hasta abrigar la piel
las retinas echan fondo en sus pares
entonces

cuando la naturaleza se impone en rocío
llegan las razones
........desequilibro de mármol
con el vandalismo del que no ama
........¡malditas!
juicio que mutila reinos y poemas
rancia verdad de los viejos
justo cuando el palpitar estalla de juventud

........nadie quiere cambiar las mareas
........pasa que a veces
........una lágrima
...............se atraganta en el silencio del borde

quebrar la monotonía de las razones
siglos
una eternidad de querer ocultar lo que florece
arrancar las mariposas de la entraña
descuartizarlas de a una
mortificarlas hasta
nunca más el vuelo
entonces
¿qué será de las rosas blancas de Federico
si sus ondas de seda calcinadas? ¿quién recogerá
los pétalos? ¿quién
suavizará el temblor de estrellas? ¿qué del crepúsculo?

la oración se clava .. puñalada de noche
más tarde
el rocío del alba

© Álvaro Olmedo

22.4.10

Poema de María Teresa Andruetto


Non fiction

La luz de una estrella tardó veinte años
en atravesar el espacio, antes
de estamparse en la placa de Daguerre.
Así y todo, nos ha permitido ver asuntos
más remotos que las estrellas.

Capas infinitas envueltas en películas,
exposición que magnifica detalles hasta que,
......... liberados de cualquier confinamiento,
reducimos la distancia entre mirar y dejar
que una mano nos toque.

Se trata de un cambio en la experiencia.
Mapas detallados de lo real, para apresar
una verdad, en la que un resto de magia
permanezca.

© María Teresa Andruetto

Poema de César Cantoni


28.04.06
(Ese humo que sale)

Ese humo que sale de la chimenea
es el difunto que pierde gravedad. Ahora
remonta la arboleda, corre hacia el río
y, finalmente, desaparece entre las nubes;

mientras en la receptoría del crematorio
los afligidos deudos –sus almas todavía sujetas
a la ley de Newton– reciben, como último legado,
un puñado de harina en una urna.

© César Cantoni

Poema de Amalia Mercedes Abaria


RECORRIDO DE LA LÁGRIMA

Nace de una memoria que fue amor
o de un capullo herido que envuelve su corazón
............................................ en el océano.

Como una perla herida corre hacia tu pecho
y nadie viene a ver, a escuchar,
a cobijar esta pequeña,
grande lágrima.

Ahora sigue buscando un recorrido,
buscando una roca que clame tu nombre,
deteniéndose a veces, en la orilla del silencio,
en el camino que las flores le negaron.

Por eso la lágrima no cae aún
y vuela hacia tu boca
y siente una pesada piedra detrás de sus bordes,
dilatándose como un aullido,
comiéndose el gusto helado del vacío.

No cae aún
porque quiere ver cómo es el precipicio,
cómo el delgado surco que la separa de tu amor,
desaparece.

Pero nadie vino a ver, a escuchar
y duda entonces si avanza con su lanza de lamentos
o busca la campana que adentro todavía suena.

© Amalia Mercedes Abaria
Foto: Gustavo Tisocco

Poema de Carlos Adalberto Fernández


Nostalgias de estrellas

Chapoteando en fluídos innombrables,
el Hombre busca, en la rocas hadeicas,
en los gases tortuosos e impredecibles,
las huellas del Padre.
¿Cómo explicar este mundo,
la inacabable guerra entre herederos,
sin el Designio de un Loco (o un Niño)
ubicuo, eterno y despótico?

Es doloroso, ser el Huérfano,
tener moral, odiar el Mal, condenar, invocando...
¿Invocando qué? Tus juicios valen lo que un eructo.
Sólo quedan las turbulencias maceradas en fondo de las estrellas:
miedo, odio, supervivencia, enemigo.
Y sí. También, la angustia cotidiana.

Son las últimas rocas.
Responsable, te invoco.
Las golpeo.
Se desmenuzan sin gritos, sin llantos.
Sólo me dicen lo que yo me digo:
“Tu eres polvo y en polvo te convertirás”
Hombre; haz lo único que puedes:
decidir tu camino en el camino que te dan.
Huérfano de dioses o hijo de piedras,
Oh, manifestacion superior del universo.
Confórmate, no lloriquees.
Sé Hombre.

© Carlos adalberto fernández