31.10.08

Poema de Patricia González Cerri


Deploro

Deploro
una vida de cifras,
de rostros infamantes,
de palabras que no debieron ser
y duelos a destiempo.

Adelgazo su inútil permanencia
en mi costado buitre.

A contraluz
oscilan pasionarias,
reconoce la sangre
su cristal más pulido
y sus despojos.

Deshago la indulgencia que propone
mi costado mesías.

Y sigo siendo yo,
una gota de Dios
perdida en el enjambre de la lluvia.

© Patricia González Cerri

Prosa de Fernando Trejo



En ti las hojas se deshojan. Lluvia de mar. Mariposita de viento. Alas de triste voladora. Oscurecedora de mis ojos, los días cuando estalla el tiempo.

© Fernando Trejo

Poema de Moni Munilla


MENSAJE EN EL VIENTO

A las siete y quince de un día domingo,
cuando los pichones pían en los nidos
y se anuncia el viento sin hacer ruido.
A las siete y quince, sin mediar palabras,
apenas caricias y el murmullo quedo
del amor sagrado que estaba sediento.
A las siete y quince, cuando el sol subía
y en el horizonte despertaban sueños
frescos de septiembre y su primavera,
se hacía el milagro de una vida nueva.
Todo en un instante en el albor del día,
la correspondencia de fe y esperanza,
la señal perfecta y la magia intacta,
a las siete y quince, nacía Luisana.

Hizo de mis brazos, un tiempo infinito
y fue la poesía mi mejor lenguaje
y es para su vida, mi mayor mensaje
y será por siempre, luz en su mirada,
un cuento de hadas recién estrenado
para que la arrulle al llegar la noche
y quede en mi cielo, por siempre su nombre.


........Para mi nietita Luisana Beltrán,
........que nació el 14 de septiembre.


© Moni Munilla

30.10.08

Poema de Jonathan Berumen


Mi espacio en la luz
termina en Dios
cuando
al cerrar la puerta
guardo
lo que afuera
se ha perdido de mí
lo que se esconde
detrás de un rezo
y la pared.

Antes de que todo me sea arrebatado
cierro la puerta
para abrir los ojos.

© Jonathan Berumen

Poema de Marta Cwielong



Los perros son otros
pero aparecen / cada tanto,
fragmento de alguna historia.
Extraño, no creí pertenecer a alguna. Los días fueron
sucediendo/
como las nubes.
Todavía no entiendo qué hice con las horas.
Hasta cuándo hay inocencia?

No puedo recordar mi infancia.
Quién era mi padre?

borracho por las noches,
refugiado,
el nazi,
un polaco,
un
alemán
el que salvó a la niña del campo minado
quien amaba a mi madre
quien amaba a madre de mi hermana
quien castigaba a mi hermano

el ateo

el nazi
el que hace que no tenga memoria?

© Marta Cwielong

Poema de Ricardo Rubio



ACEPTACIÓN Y FUGA

Por qué no decir que este cansancio
que ponen los años a los huesos
es de los rincones.
Por qué no gritar que me bastan
los ajustes momentáneos
que establecen los pájaros en el aire,
si nada reniega del sobrio y torpe encanto
que ponen los domingos a mi sombra.

© Ricardo Rubio

Poema de Fernando Sánchez Zinny



La vejez de Catulo

.........(Odi et amo…
.........Catulo – LXXXV)


Cuando era joven las penumbras de la noche
no herían tanto como la daga del amor.

Más era el llanto que traía la ingrata Lesbia
que la alegría de amistades y de copas;
aun más que la alegría que me daban
los versos hechos en su dulce nombre.

(¡Oh corazón, que has aprendido
a ser avaro y cruel y desconfiado
como un dios arrojado al muladar!)

Cuando era joven, cuando llegaban a mi rostro
manos piadosas, suaves incitaciones de azucenas,
fui feliz, muy feliz entonces, como pocos.

Cuando Lesbia anudaba ilusiones y desprecios,
y el fuego conjurado expuso
mi candidez de niño muy cerca de sus garras,
fui feliz, muy feliz entonces, como pocos.

(¡Oh corazón, que has olvidado
la prudencia sagaz y el vino del ensueño!,
para no ser sino este frágil
cántaro de ansias a la espera, en el embarcadero,
de que lo lleven a las otras islas, al abismo brumoso.)

Lesbia ya no está, ahora es la noche la que intimida,
murallas aguerridas resguardadas por armas
contra las que no se podrá.

Ahora todo llama al vacío anhelante y torvo que ya está aquí.
No lo vemos, empero, jamás querrías verlo...
E igual que tantos miento sin que remuerda, convencido
de que nos guía el Hado, de que
para mentir es necesario conocer la verdad:
la verdad, como una joya caída en los declives del festín.

Ya no odio ni amo, sólo temo que Lesbia no regrese,
que ya nunca más pueda acariciar sus muslos
con estas manos que se están convirtiendo en ceniza.

© Fernando Sánchez Zinny

Poema de Silvia Manzini


A través del ancho río
cruzo
la oscura selva
traduzco un lenguaje
con los muertos

desierta
en la espesura
tajo
ajedrez de calles
arco y lira

toco
el mar y la furia
tambor del sueño
la luna insomne

Tumba de agua
música secreta

escucho los callados
camalote de luto

Hacen señas
¿son ellos?
¿los otros?
¿y ella? ¿dónde?

-Lasciate ogni speranza.*
gritan muros

.............un zumbido en la cuerda del sol
.............abejorros

© Silvia Manzini

Poema de José Luis Visconti


duermo en la antesala
...................... de los sueños
una noche de cenizas

el viaje fue largo
y las orillas que pisaba
se perdieron en el agua

nadie imagina
lo que es caminar entre restos
........... que se ignoran

ni volver a traer
los pasos perdidos
al presente

eligen perderse
en la niebla de la mañana
con los ojos cerrados
........... a dejar los puestos
........... y adorarte

es dudoso
que los encuentren

nadie busca
sombras en los lagos
durante la primavera

© José Luis Visconti

Poema de Viviana Pelle



Un solo ser

Un encendedor como reloj
marca la hora de fuego
de la madrugada
Nuestras miradas fijas
Mi voz escuchando tu voz
Mis gestos amalgamados
a tus gestos
Mi cuerpo se amolda
reposando al lado de tu cuerpo
Mi mano cruza tus dedos
Mis dientes y mi lengua
brindan con tu boca
Mi mano en tu sexo
Mi sexo en tu mano
Mi cuerpo con tu cuerpo
entrelazan mis brazos
y mis piernas
Juntos, un solo ser
alabando la vida.

© Viviana F. Pelle

28.10.08

Poema de Piero De Vicari



PERROS EN LA NOCHE

No más que un sonido,
un tenue crujir de hojas
o una débil fricción de luciérnaga
para que ellos
................... (mortales del insomnio)
delaten su presencia.

Renovando los contratos de vigías irredentos,
establecen códigos que enlazan
................. invisibles sombras,
rastros que acometen ecos inauditos,
olores que llegan a nosotros
cuando la noche inventa crucigramas
en pieles infinitas.

No son infalibles,
aún así, prefieren columpiar en el abismo
antes que caer, como ciegos, en la nada.

Los perros en la noche se acuestan en mi sueño
y yo también soy una oreja,
una plácida oreja
y un corazón
y un ladrido.

© Piero De Vicari

Poema de Paulina Vinderman



En estos días nunca despierto del todo,
me siento en el borde del sueño
a punto de caer de bruces, y me dedico a
espiar el cuento en su final.
Hay una tormenta en la cabeza calva
sobre la almohada
y un patio desnudo en la mía.
La noche fue un pizarrón
donde escribí mi piedad más ordenada,
la más benigna.

Ojalá nevara.

El ruido de los jarros de aluminio
con el té con leche, es mi llamado en la
mañana, aclara mi mente tímida, mi
grave respiración.
El día es opulento,
lleno de manchas en el piso,
estoy atrapando el adiós:
el ojo de mi" halcón de vida",
"no por su ojo sino por su alegría"
piso la nieve que cae, en otro lugar.

© Paulina Vinderman

Poema de Marcelo Juan Valenti



No te acerques.
El viento
sacude
las murallas,
habrá desmoronamientos.
A lo lejos
la planicie
se alborota,
interrogándome.
Si desconozco la respuesta
me devorará,
con glotonería de esfinge.

© Marcelo Juan Valenti

Prosa de Juan José Mestre



MUSICAL

Dudo de los mares y sus monstruos, mas también de sus dioses y sus simas;
dudo del sol porque ilumina y enceguece -eterno perseguidor de amaneceres-,
dudo del viento que reanima, de la sombra hospitalaria de los árboles,
del sueño entorpecido en las noches donde abundan los fantasmas;
pero no puedo dudar de la música cuando trae las balsámicas notas de un piano que, simple y llano, traza su destino de agua fresca…


© Juan José Mestre

Poema de Isabel Krisch



los he escuchado llorar la pérdida
y reclamarle a la luna
la restitución del territorio

con esa lágrima sustancial
vertida en la primera arena

largas noches de lamentos
desde el borde de la tumba
los he escuchado

porque llora el hombre toba
y llora el río

sostiene
la membrana del oído
el sonido de la queja

el gemido expresa el despojo
porque lo robado es la etnia

la voz detrás del timbal escaso
la melancolía en eco
el espejo en el agua

resignado canto de luto
el instinto por conservar los huesos

su pena es mi pena

en la intemperie de la noche
un quebranto interminable
he escuchado

un padecimiento en desmesura
que intenta perdurar la integridad
salvar el follaje
el límite rocoso

las cicatrices de la tierra
mi propia cicatriz

un rebaño de voces
otros y yo
hemos escuchado

© Isabel Krisch

Poema de Omar Requena



Palabras que no hicieron un cuerpo
Palabras no para el deseo
Para labios
nunca mordidos
en la delgadísima moldura del aire


© Omar Requena

Poema de Hebe Solves



ESPEJO DE AGUA
I

La tierra es una y muchas
................. se destruye y se crea
......... en el instante de cambiar
cuando se ve a sí misma
........ como lo que era.

......... Es pasado el espejo
y borra lo que muestra:
la ilusión de un igual
................... nace en la ausencia.

Hay un estar en sí
durando, sin aletear:
................. un pájaro avizor
que en su quietud
......... sujeta la mirada a un fin.

Hay un durar
................ un no saberse
......... no cambiar
(ni añoranza ni fe).

Y hay un cuerpo animal
que se despierta al tiempo:
.......... la esperanza
en la espera, lo ignorado.

© Hebe Solves

Videopoema Poema de Edna Pozzi



Poema: "La casa" de Edna Pozzi
Voz: Norma Aleandro
Del Cd "Ofrenda" Poemas de edna Pozzi

27.10.08

Poema de Marián Muíños


Estar aquí,
tan despierta y tan dormida,
en la lejanía
....... según los conceptos de distancia adquiridos.

Estar allí,
sin haberme ido del todo,
tan cercana
como lo permiten la imaginación y los sueños.

Estar
... simplemente,
por anticipado plan o por azar…
es un truco mágico aprendido con el tiempo.

Todo es posible
........... e impredecible.

Recojo las mieses que encuentro en el camino
Y me alimento del trigo,
que la vida generosa siembra por mis senderos.

En donde quiera que esté,
hallaré las espigas,
siempre que no dude de su real existencia.

© MARIAN MUIÑOS

Poema de Eduardo Chaves



EL IMAGINADO

Miraste de costado tu pequeña valija cerrada como un muro
y dijiste “Hasta siempre” sin alzar demasiado la voz.
Pensé qué cosas llevarías, qué distancias,
retazos de minutos que hicieran más liviano tu equipaje.
No pregunté nada.
La hora de los tristes balances había sido ayer
... la semana pasada
o tal vez algún día de un año ya difícil de nombrar.
Abrí la puerta de calle y dejé que mis ojos
se fueran con tu espalda.
La vereda se convirtió en un río de baldosas
por el que empezaste a navegar
.. a desarmarte
... a ser lo que no vuelve.
Al entrar de nuevo en la casa
escuché que la mesa le decía a las sillas, “Estamos solas”
la ventana le dijo a la cortina, “Estamos solas”
los platos a los vasos, “Qué silencio terrible”
la lámpara a los libros, “Hoy no puedo la luz.”
Dejé llegar la noche y me acosté en la cama
... los brazos debajo de la nuca
..... la mirada en el techo
........ el corazón cerrado
nudo candado raíz amarga escarcha lodo animal atado.
La ciudad me hizo llegar los ecos de la vida continua y azarosa
metálicas bocinas
palabras y ladridos
el susurro del viento danzando entre los árboles
sirenas de ambulancias buscando la catástrofe.
“Estoy solo”, me dije
y comprendí a las sillas la mesa la ventana
las cortinas los vasos
los libros y la lámpara.
Desperté en la mañana y levanté el asombro de seguir con la vida.
Puse mis pies descalzos sobre la alfombra triste
“Estoy sola”, dijo la alfombra con un suspiro de suavidad y olvido.
Los zapatos dijeron, “Quien vendrá ahora a soñar otro cielo”
y mis pies respondieron:
“Nadie.
... Este cuerpo perdido
...... ya no tiene nombre
......... ni sangre
............ ni dueño.”

© Eduardo Chaves

Poema de Gladis Moine


La Poesía

En un vuelo de palabras
aterriza
-es tierra roja-
la flor
choca en la piedra sepultada.

Los letras
desvanecen en pétalos.

(No hay pájaros en el cielo.)


© Gladis Moine
Foto: Gustavo Tisocco

Poema de Juan Carlos Rodríguez



Copas de pájaros

Otoño que sirve para tender
la miel de las velas
recordando que tus manos de papel
dejan gustos secos en el silencio.
Es casi imposible negar
que todo en ti me alerta,
me encumbra y me somete.
Todo en ti
aniquila los recuerdos
invade el futuro,
y me invade de hambre y de olores.
Tu palidez me abraza,
mientras en la bandeja del viento
hay copas de pájaros
y uno embriaga de cantos y de amores.

© Juan Carlos Rodríguez

Poema de Emilce Strucchi



Haré coraje para entrar
puntas de pie, cerrar, poner cerrojo

de ruinoso el placard
de afán de roble
suena
se burla ásperamente

¿qué asoma?
¿algún vestido?
intactanoche la escritura
que se ríe por dentro

¿dónde la esperanza
entrelazada ahora
con mangas largas-gruesas?
¿dónde la sinrazón?

el deseo empuña su fulgor y entre tablados filtra el universo

hay que apretar este oficio de garras
o de piernas
¡y a no ceder!

¿acaso en mi mundo empotrado
ella es sólo una quimera invención?

-pregunte menos, querida
¡ir a fondo!

la pena es que mis ojos no se adiestran
a examinar mi jaula-turba-luz
con la mísera percha que me sobra
entre tanto perfil amontonado
de un espejado interior
iletrado, invisible

-m´hija no se-a-cobarde

duelen yemas al roce de mis dedos
sobre este ruin vidrio aturdido
de filigranas
cifras encendidas

¡qué útero
de cuevas
rajaduras!

¡qué zaherida lujuria
la de encerrarse entera para parir!

-no la escucho
no la escucho, usurera
¡gríteme!

© Emilce Strucchi

Poema de Gabriela Delgado



Incertidumbre

Espero en un viejo andén.
El viento promete regreso.
Se visten de tiempo y paciencia mis ojos.
Llueve cielo de tormenta
desde las ramas de un jacarandá.
Las rosas callan su perfume.
Entre bambalinas,
el destierro confabula con la herrumbre
de un rito funerario
que no pudo vencer al tiempo.

© Gabriela Delgado
Foto: Gustavo Tisocco (Costanera de Paraná)

26.10.08

Poema de Jorge Ariel Madrazo



El SOL

El Sol
no sabe de moral:
en larvadas
tardes
centellea

déjase
........penetrar
por el pico de
pelícano
del mar

Cuando lo desea
el Sol
enracima

uvas de
Vida

O las calcina con
un relincho
un desangre un galopar

El Sol no sabe de
lenguas
nadie

le reveló:
“usted se llama
Sol”

el Sol no
habla
del Sol

sale o entra
y no lo
piensa

rayo más
rayo
menos

el Sol se parece
dulce señora
a usted

usted que
calla el propio cielo

desola
el corazón

no piensa en
el varón

nacido de
su luz

© Jorge Ariel Madrazo

Poema de María Amelia Diaz



..........Tempus edax rerum...
..........(Ovidio, Metamorfosis, XV, 234)


Mutamos
para aceptarnos en un mundo que cambia,
por temor a desaparecer, como los dinosaurios.
Torpes. Apenas logramos enfrentarnos
..................... a la eterna ley del Universo,
atrapado también él en las transformaciones
Ad nauseam
(Y esto es lo que sobrevivió a un Imperio)
la escritura registra lo único que queda de nosotros.

© María Amelia Diaz

Poema de Liliana Celiz



ni restos de la sal
es el derrumbe
la mera flotación de otra armonía
desde el agujero temporal de la distancia
es la salpicación ambigua de la imagen
en la inflexión de ser haciendo sombra

© Liliana Celiz

Poema de Roberto Glorioso



Desclava
un pájaro sitiado
............. para arrojarse
............. desde el vuelo.


© Roberto Glorioso

Poema de Leonor Silvestri



Rapunzel

a vos
te voy a encerrar
que nada ni nadie te lastime
muy alta una torre, una mesita
que escribas, te dije
en hojas muy largas
colgando por la ventana
que se seque la tinta
al sol de la tarde.

esa es la historia de la gata
del castillo-cárcel

© Leonor Silvestri

Poema de Ricardo Venegas


I I

Miro las tumbas para recordar
a mucha gente que nunca conocí.
Paso a los cementerios a buscar a mi hermano
y le pregunto a un desconocido
¿a dónde fue?,
y aunque ya nadie lo sabrá
pongo mis flores
en una tarde de polvo y de paseo.

© Ricardo Venegas

Poema de Patricia Ortiz


Finales

¿Felices o infelices?
depende del corazón y del latido.
Todos los finales se tiñen de rojo
por la sangre que honra las heridas.
Para que exista un final hubo antes un rumbo
y antes de ese rumbo: todos los caminos.
Y antes mucho antes, el ansia,
la libertad aullando trepada a la pared,
los labios en vuelo desvirgando la palabra
y antes aún, antes del antes,
la conciencia misma de la vida.
Felices o infelices
todos los finales se tiñen de rojo
porque vivir es una herida.

© Patricia Ortiz

Poema de Mirna Celis


Irse

Dejar el cuerpo de las obligaciones,
la mente de los dictámenes y las dualidades confrontadas.
Vertirse de alma
para danzar sin tiempos, ni relojes;
transgredir normas, leyes humanas,
ritmos impuestos, música almidonada.
Dejar la máscara de las máscaras
y libertarse en tela liviana sin figura.
Ser soneto de amor,
delirio de lluvia,
tribal de viento,
respirar de estrellas,
sueño de árbol,
canción de tierra,
elevación de montaña,
espejo de lago.
Latir el Universo en todas las entrañas,
anidar el ruido del trueno creador,
la fuerza vital del nacimiento.

Volver al cuerpo
con el derecho tatuado
de poder irse en alma
sin contornos,
preámbulos,
agujas,
velocidad descarnada,
humanismo de cartón,
política de la fugacidad,
del mecanicismo,
de la agitación sin descanso,
de un vivir arítmico,
de bailes sin compás,
de esencias en olvido.

Irse, para reclamar
constitucionalmente
el deber del alma
de estar en alma
en todo momento.

© Mirna Celis

Poema de David Rosario Sorbille



MEDITACIÓN

Desde este recóndito lugar
acostumbrado a jugar con palabras,
me pregunto por la verdad
ante este avance de la nada.

La nada de la materia
se asemeja a un universo sin estrellas,
un mar con su oleaje detenido,
un reloj perdido en el desierto.

La nada también se parece
a este mundo indiferente,
que vacila entre la locura
y la ambición sin remedio.

Pero, meditando por lo bajo
en una frase sin estridencias,
siento que al pensar en estas cosas
entiendo un poco más a Sartre.

© David Rosario Sorbille

Poema de Ivana Szac


ESPALDA DE DRAGÒN

Recorrerte con mi cuerpo
acomodarme en el tuyo,
territorio en donde nos refugiamos
frente al mundo.

Fuego en tus manos
tatuaste tu nombre en mí
hasta el día de la despedida.

© Ivana szac

21.10.08

Poema de Ana Guillot




se rompe el cascarón
en él habita el mundo
clara la disolución
más espesa hacia abajo
se escurre por el piso patinosa
más densa en el costado prohibido
más densa aún en la sombra de las sombras
en manos de caín
la tierra prometida
que no cesa su exilio
(hay cadáveres aún en israel
y el rojo es un mar que nombra sangres)
se rompe el cascarón
y guardo la yema en el pocillo
la agito
me alimento del huevo
que es el orbe
íntimo en mi boca
se derrama en ríos subterráneos
se hace blanco en el ojo del vecino
a punto de nieve se condensa
se rompe el cascarón
se pulveriza
(como si arena fuese)
en él habita el mundo
un gigante dormido
un trueno a punto de decir
el nombre que se oculta
se rompe el cascarón
lo frío en la oliva elemental
(el monte fue un infierno
o una pesadilla
nadie quedó velando parece)
en él habita el mundo
un planisferio muerto
de hambre
plano como la fritura
que excede a la sartén
y cruje
las pulgas de pan-ku caminan por el cuello de mi perra
me da pena este invierno
a mí también

© Ana Guillot

Poema de Diana Espinal



Si retengo el encantamiento
Se santiguan seriedad y serigrafía

Si suelto el encantamiento
Se alzan las túnicas
Entre el tutú de vanagloria
Violín y arco

No es fácil surtir
Nave
Fachada
Torre campanario
Sangre con dos primicias de quimono

Si los sanatorios aún no diagnostican áreas para el santiamén

© Diana Espinal

Poema de David Sorbille



.........A Antonio Machado

El caminante daba vueltas a su mundo
mientras el misterio de la palabra
convertía la quimera del día
en un abanico de cristales y sombras
creciendo entre limoneros y huertos
en el placer natural de las cosas
ascendiendo en la magia ilimitada
de sus versos sencillos y profundos
al compás del silencio enriquecido
por cielos de almas inspiradas
entre huellas infinitas de dolor humano
y sueños valientes de poeta
con puños de proverbios y cantares
amante de la sierra florida
a orillas del río de los recuerdos
anunciando la verdad de la memoria
y la fatalidad de páginas perdidas
en la angustia y la fatiga
de las piedras trágicas de la historia
que iluminaron magistrales poesías
nacientes de la hondura de su espíritu
desesperado de vida y esperanza

© David Sorbille

Poema de Beatriz Martinelli



apresuras tu andar
de golpe
...... el invierno trueca en flores
sin anuncios
el verano recae en sepias


© Beatriz Martinelli

Poema de Nilda Barba



bolsitas de té seco
se alinean dentro de una caja
un pesado cuenco
de madera la caja el cuenco
¿qué más los une?
las bases quietas
el hueco


© Nilda Barba

Poema de César Carbache Mora



SIENTO QUE ME SIENTES
siento tus pasos de bosque
andarme
...........desandarme
sobre tus ojos me tiendo
como un follaje de silencios
tu piel madura
al contacto con la tierra de mi cuerpo

la noche es un ramaje de latidos
el tiempo echa raíces de tiempo

somos vegetación de un paisaje eléctrico
movimiento de nocturnos girasoles
cuerpo de un mismo tronco
tronco de un mismo árbol.

© César Carbache Mora

Poema de María Teresa Archina


El camino del corazón

En algún lugar momento
deberás descubrir
los rincones agazapados
......................... del corazòn.
Deberás recorrer las distancias
........................ y herirte, tal vez
Es escarpado el camino,
..... taciturnas
.......... la mirada, la voz
.................... y las palabras
..... que desgarren el alma.
En los fanales y en la boca
....... se abren
............. los océanos de ausencia,
ciegos y ocluidos
........... por piedras que niegan
........... la contemplación
......................... y el beso.
Llegará el día
......... en que descubras
......... el alma, los rostros
......... y los ríos continuos
......... que llenan de frescura tu cuerpo.
Y hallarás la paz.

El agua que hoy, a mi me purifica
es fortaleza
......-el haber dejado atrás el sufrimiento-
y la comunión con Cristo.

© María Teresa Archina