30.4.08

Poema de Itzela Sosa



La tristeza debe ser un túnel negro que nos mira
un espesor de tundra que se adentra por los poros
debe ser como esta noche inmensa
un páramo estrecho y laberíntico
que se teje colosal y extenso
y nos atrapa

© Itzela Sosa

29.4.08

Poema de Pedro Valle



PRESENCIAS

Entre la noche y el día
la raíz de tu palabra
el follaje de tu canción

Entre el día y mi sueño
la frontera que ignoro
el cielo que me abraza

Entre tu mano y mi pecho
el río que descubro
la poesía que me salva

© Pedro Valle
Pintura: Beatriz Martinelli -Eva y ángeles-


Poema de Lucía Serrano


CABALLITO DE BATALLA

Vuelvo tropezando como un animal herido,
seco los recuerdos cansados,
distintos cada día,
buscando las formas del tan celeste cielo.

Ahogada en el cristal de mis cabellos,
alucino que vivo un tiempo
sin madrugadas,
donde la piel traspasa los obstáculos
y hasta el mar es un caballito de batalla.

No ví enterrar a ningún muerto
Y el silencio que guardan mis secretos,
como una estatua hueca, sin ojos,
devorado por el polvo de la realidad,
busca en negros agujeros de la tierra,
las raices de los sueños nuevos.

© Lucía Serrano

Poema de Nilo Amadeo Comba Esquivel



SI NO EXISTIERA EL ARBOL

.....“Cual si fueran anhelos de la tierra,
..... los árboles se yerguen para asomarse
..... al cielo”. Khalil Gibrán.

¿Dónde la brisa descubriría su inquietud
que delata la hoja que se mueve;
qué sería del silbido del viento
que sigiloso escurre en su ramaje?

¿Dónde estaría la posada de los pájaros,
qué sería del destino de sus nidos;
qué ramas mecedoras elegiría el ave,
qué vaivén de altura le hamacaría el vuelo?

¿Dónde los niños treparían traviesos,
qué destino su “Trazan” tendría;
qué rama en su mano nos mostraría
para flamear al aire su mundo de quimeras?

¿Dónde el caminante su paso detendría,
qué sombra amable su frescor buscaría;
qué cuna sin él su mente soñaría,
qué tálamo nupcial lo esperaría?

¿Dónde encontraría la referencia cierta
que orienta al peregrino en la distancia;
qué amanecer del horizonte abierto
descubriría la luz del sol que anuncia?

¿Dónde el artesano paciente y bondadoso
que talla las mil formas excelentes,
dejaría para siempre su prolija mano
que el resurrecto pájaro plasmara?

¿Dónde la niña amante y soñadora
que guarda su secreto en la corteza,
escribiría el nombre suyo y del amado
como inmortal entrega del corazón puro?

¿Dónde el hombre confiado guardaría el reposo
que su dura jornada le dio por merecido;
qué obstinado silencio le reservaría el olvido
que a su sombra de árbol le traer la memoria?

¿Dónde su báculo encontraría el anciano
que apoya su andar lento en la madera;
qué triste tabla le acompañaría al irse
y con él también haría metamorfosis?

¡Qué sería del mundo sin el árbol,
qué sería la Vida, si éste no existiera!
¡Qué clorofila su verdor daría!
¡Qué triste, no lo dudo, Dios, sin él sería!

© Nilo Amadeo Comba Esquivel

27.4.08

Poema de Jorge Boccanera


MONÓLOGO DEL NECIO

¿Quién escribe? El hambre. La voracidad escarba,
agita un esperpento con los ojos vacíos. No hay letra,
hay dentellada. Lo que repuja y muerde.
Feroz el escribir: cada tecla un muñón, clavo
que raya el muslo del silencio.
¿Quién responde? Una voz corroída. Punta
de un corazón mellado que va sobre su presa
respirando preguntas.

Eso se come. Gula del vacío.

© Jorge Boccanera

Poema de Carlos Roldán


Visto que sea
El ancho cielo que algunos contemplamos
El mundo al que aseguran curvo
La primavera que enciende
Estas ganas de anclarse en las mujeres
No me asombra pensar tal como algunos
En dioses que rijan mundos
En tramas que guíen
Espectáculos

Pero aún pensando
Estas guerras que diseminadas
El posible del poder y su crueldad que aterra
Un solo olvido una sola mentira
Y el olvido
De aquellos que nutre el alma que pone la palabra
Puedo sin más ver
Que nada ni nadie se hace cargo
Que queda en mí el trámite sencillo
De iniciar justa demanda
A como dé lugar -buenas o malas-

Tan ancho mundo como se ensancha el pecho
Debiera ser -sin más razón-
Origen y necesaria causa y fin
De una vida de sencillo trámite
Y justa al fin y digna y altanera
Por haberse ganado su respeto


© Carlos Alberto Roldán

Poema de Laura Yasan


mapa de ausencia

yo sé donde no estás
crecimos en un reino fabuloso unidos por la misma terquedad
fui un largo beso tibio en la boca sin paz de tu carencia
perla cruda rodando en la humedad
aguas de octubre
yo sé donde no estás
donde olvidé las manchas que va dejando el ruido
donde un mantel sobre el otoño puede cubrirse de ojos muertos
en los renglones subrayados
en las veredas de la noche
en mis botas de invierno donde no
en la tarde maldita donde no
supiste retener esa frágil tragedia
ese diamante que parecía un vidrio
cuando lloré por vos

© Laura Yasan

Poema de Roberto Di Pasquale


LAS ALUSIONES

Ahora ya no estoy
son diálogos
ajenos que me inundan.

¿Dónde estarán las huellas
que he perdido
y nunca conocí?

Digamos de una vez
que ya no estoy.
El silencio
me dice lo que soy.

©Roberto Di Pasquale

Poema de Daniel Zetina


Anidaré en los matices de tu nombre.
Me llevo en tu pelo la nostalgia.

Cuando encienda la luz del cuarto voy a perderme
y te miraré cantando.

© Daniel Zetina

Poemas de Luis Raúl Calvo



Quien cree humanizar lo humanizado, deshumaniza.

¿Qué hubiera sido del mundo sin Van Gogh? Acaso Theo lo presintió.

Quien crea, algo de él está matando.

Sueño y ese gran esfuerzo me consume.

La niebla esconde otra niebla. Como la vida.


© Luis Calvo


Poema de Ricardo Venegas


F a r s a
Quiero decir a media calle
que todo es una farsa,
que debemos hablarnos
como si siempre,
siempre,
nos hubiéramos amado.

© Ricardo Venegas

Poema de Erick Strada



Respiro el agua final en los errores del tiempo
traduciendo su transparencia irónica
la pasión de su andar tímido

Quedan los senderos húmedos para recordar
la sed y el aire futuro
Quedan las prisiones descritas
sobre un sueño reseco

El ansia de un río despedaza todo intento
de hacer eterna la orilla

© Erick Strada

Prosa de Sonia Quevedo


MURINDO

Ojos de dolor inexpresivo, fríos distantes, ojos sin lágrimas por derramarlas tanto que, seca la retina lubricar no pueden.
Ojos ausentes en distancias largas cargando van los mutilados cuerpos con sus muñones recién deshilachados marcando sin ver, el erosionado sendero con la sangre derramada.
Se escucha el grito de dolor repetitivo como eco en el cañón profundo,
mientras los ojos sin fondo, sin brillo, yertos y de tristeza llenos, rebozados
derraman sufrimiento.
Ojos sin lágrimas por el dolor colmados no parpadean ni lloran más, a sus difuntos hermanos regados por el campo.

© Sonia Quevedo

Poema de Ana María Zacagnino


CANCION POR LA PAZ

Por ésa PAZ que anhelaba…
…Un gran hombre de verdad.
Por ésa ilusión soñada…
…Es que hoy lo recuerdo más.

Fe en Dios siempre la ha tenido…
…Y Fe en su Pueblo capaz.
Pero quienes no han querido…
…Lo trataron de matar.

SEÑOR, tú que estas en todos...
…Y siempre Justicia das…
…Encamina al Ser Humano…
Cada día un poco más.

En ésta Noche Suprema
Te pido mi " BUEN SEÑOR”
Que la Pureza se adueñe…
¡De la PAZ y del PERDON!

© Ana María Zacagnino

26.4.08

Poema de Marcela Predieri


HAY QUE ENSUCIARSE LOS OJOS

Hay que ensuciarse los ojos
y ver sus cuellos que se arquean
a abrasar la muerte

Hay que mirarlos
como árboles amarrados a sus huérfanos
entre el polvo y las barajas

A ellos
...
de hembra alguna
que tienen precio de orgía
y besan
en el agua
...
las huellas del deseo que saben mutilar
que sólo conocen la lengua de su espejo

que no pueden evitar
ser soga de mendiga colgada a sus monedas
pan en la boca de un tigre
nudillos al borde de no importa qué
..............................
plegaria manoseada

Hay que saber desnudarles el pellejo
sepultar sus rodillas
masticarlos como a hostias
desgastarlos como a un centavo ciego
y dejarlos inmóviles de tiempo
para ver lo que esconde la sepultura de sus cejas
y descubrir por fin
que lloran como cualquier mortal
y que como a cualquier mortal
la madre los traiciona

Y serán tan bellos cuando lloren
cuando los veamos morder
con oficio de Dios
ese miedo de pájaro a subirse a los ojos de los gatos
mientras yo los araño

© Marcela Predieri

Poema de Omar Requena



Hubo
un relámpago
entre el desamparo
y tu silencio

En el que estuve
verdaderamente solo

© Omar Requena

Poema de Claudio Portiglia


Del hombrón guardo un santo y una seña
cristusanto
decía y manoteaba la pluma y el tintero
garabateaba un nombre en italiano
y ponía esa cifra que licuaría la población de parásitos
...................... sólo un poco más tarde
nunca le oí una queja
ni cuando se murió tan desprovisto
sin la ropa paisana que de día sujetaba la hernia
sin la gorra que llevaba su forma
sin la bolsita con el pan oreado de todas las mañanas

© Claudio Portiglia

Poema de Michou Pourtalé


El muerto anónimo de todos los tiempos,
¿tendrá conciencia de los hechos,
comprenderá sorprendido el todo del todo
hasta el borde del límite claro más allá
de la Palabra que lo engendró?
¿ Sabrá el porqué de luchas y penurias,
del hambre, de la infamia del cobarde,
tanta ideología devastada, lo sabrá ?
Fue un deportado cuyo lirismo
borraron las manos de un verdugo.
En la fosa común el muerto junto
al amigo caído se encontraron.
Han de frotar huesos el uno con el otro
hasta quién sabe cuándo se agotarán
en resquebrajada mudez para siempre
hacia un sosiego de infinitud.
Los anónimos ojos se agolpan ahora
sobre la eternidad de un páramo blanco
encienden perpetua su llama carmesí.

© Michou Pourtalé

Prosa de Piero De Vicari


tus piernas son un circo de elefantes exiliados de Bombay, pero un circo de elefantes perezosos y frívolos, algo parecido a mi cara después de la cerveza o simplemente el agrio culo de la muerte, descomunal y transitorio… tus piernas son un circo de elefantes exiliados de Bombay, ¡pobres animales: extraviaron el camino!

© Piero De Vicari

Poema de Nora Perusin


REMBRANDT

blanco sobre negro sobre blanco,
la vieja sentada en el
autobús
tenía el rostro de vieja
que ni a Rembrandt
le hubiere bastado con pintarla.

© Nora Perusin

Poema de Pablo Javier Resa


Encuentro

Mirarle a los ojos
sostenerle sin esfuerzo la mirada
y que sea limpio
..........
fresco
..........
de frente y manofranca
como un feliz beso
el encuentro

Contagiarle una sonrisa imperceptible y a favor
..........como es a favor
..........alcanzar la certeza de un vuelo
..........que nunca se sabrá satisfecho

Darse la vuelta como a un bolsillo
y dejarse caer con las primeras monedas
para que deba recogernos
con la calidez de sus dedos reunidos

Quedar también a la intemperie
con su cercanía rondando
más seguro que nunca
más liviano que siempre

Calzarse el talle justo
de vestirse con vida sobre vida

Y como es usual en estos y otros casos
ponerle nombre al encuentro
llamarlo de algún modo
llamarlo
.........poesía

© Pablo Resa

Poema de Mabel Murolo


AGOSTO, 5 DE LA MAÑANA

Salió... de su casa.
Con las manos
........ acurrucadas
en las mangas del suéter.
Pero no le sirvió.
......... En absoluto:
se le helaron las raíces
........ de las uñas.

© Mabel Murolo

Poema de Norma Pécora



JIRONES DE VIDA
(Yo pude volver de Malvinas)


Resquebraja la noche
......... los terrones
y nace un simple brote,
un susurro trémulo
........... de aliento
socorriendo distancias
.......... cabalga
en la bruma de mi alma.

En huida de sueños
.......... las ideas
se generan peregrinas y descalzas,
hace lluvia de fuego
........... la piel de los deseos,
desencadena cristales
........ la nostalgia.
Si el llanto resucita
......... la esperanza,
...he de volver
.......... después de la alborada
con el pañuelo de la vida
hecho jirones
en el hueco vacío
....... de mis lágrimas.

© Norma Pécora

Poema de Marizel Estonllo


EL VIAJERO ENMASCARADO

El eco de la campana en la densidad de la bruma
repetido en la multitud de identidades que hay en un hombre.

Un ejercicio de las formas
En el transporte de un sonido
................
ocurre el milagro de la sorpresa
La realidad de un pensamiento.

De la misma forma que el adagio de una sinfonía atraviesa mil rostros en el viento.

Ese viajero enmascarado, el amor,
enciende velas azules en la orilla del mar intranquilo
arranca los velos
desmonta las vestiduras en una danza del asombro.

Imposible silenciar el murmullo de un ave hambrienta
O acallar el poder de un saber ignorado

El deseo es el único forastero de lo eterno.

© Marizel Estonllo

24.4.08

Poema de Alicia Grinbank


LAS QUE NO

Infladas por el viento
las camisas del hombre
aletean
su colorida vacuidad.
No son esposas a la espera
de la ensombrecida bestia de oficina
esposas humeantes de hijos
esposas sociales de brocato en Navidad.
Las camisas del hombre secándose en la soga
saborean ya...
a cada lengüetazo de sol
el olor del hombre
.. la piel del hombre.
Sin preguntas
como alegres cortesanas.

© Alicia Grinbank

Poema de Francisco José Malvárez


UNO MÁS


...
-hoy-
hoy me quitaré la piel
dejaré volátil mi alma
dejaré que se esparza en el aire
como bandadas de blancos cisnes

... cisnes que cubrirán el cielo
la atmósfera
cubrirán el firmamento
el universo boreal

... más delgada que la idea el alma quedará
quedará más delgada que una misma nada

... un día desnudo estaré
sólo un día
expuesta la carne la bestia morirá
morirá el animal
-secreto silencioso que de los dioses guardaba-
todos los pájaros que aún no asomaban

mi ser completo fenecerá
ser milenario
el cavernario
la extrema pasión de vivir
...
sólo un día y nada más

... -mañana-
mañana quitaré los vestigios
que del alma quedaban aferrados a la piel
lavaré ese cuero cansado con sarcasmos e ironías
lo secaré a la sombra
a la sombra del olvido

pero aún así se ha de resquebrajar
ya seco me vestiré con el
seré desde entonces
uno más entre ustedes
uno más
uno sin pasado

© Francisco José Malvárez

Poema de Norma Fumero


todas las cosas son lo que son
y también su opuesto

inevitables caras de una misma estrella
cielo y tierra se unen en el horizonte
donde nace y cae el sol

lunas doradas
cercos danzando
ojos en puntas de pie
espían el paraíso

de este lado el fuego
o más bien nada

mi otredad roza el fondo
busca a contraluz
el rostro velado de la pena

© Norma Fumero

Poema de Marta Pimentel Álvarez



............... (en Homenaje a René Villar)

La gente

La gente que se va y no vuelve
Vuela cual mariposas,
son perfumes,
viven a la intemperie,
ni el frio ni el calor
le significa la muerte.
Caminan por las calles,
Voces en el follaje, y de repente,
Soplan versos en los oidos
Esa gente
Que se va y no vuelve.

© Marta Pimentel Álvarez

Poema de Leopoldo González


NUNCA ES TARDE


Después de tantas tormentas

reveses e infortunios
la primavera brotó con savia nueva
en soles que me arropan desde antaño
mi cuerpo se niega a reconocer que los años pasan
..............................................
pero pasan
guardo otros soles y otras luces
del tiempo
en que mis pies caminaron
otros sueños y otros elementos
tiempos y sueños hermosos
cuando mis ojos brillaban con otros fuegos
mi pelo
flameaba desafiante
y mi boca
en el discurso o en el beso
encendía hogueras en corazones ajenos
qué habrá sido
........me pregunto
de aquellas palabras
anidadas en oídos lejanos
y de aquellos besos
necesariamente consumidos por otros
de bocas nunca tan hambrientas
y ardorosas como la mía
........parece que después de todo
................se viene la primavera de nuevo
mi pecho me pregunta
por esas manos
que alguna vez sembraron
ríos de amor
tormentosos y exaltados
por esas caricias
..........de llovizna y de fuego
.....................de aceites y fragancias
hoy mi tiempo es menos tiempo
mis ojos que perdieron parte de su fuego
en los fuegos del infierno
ven distinta la primavera
porque no hay un espacio
ni una esperanza
de que el amor y la dicha
me visiten para quedarse
sembrando jazmines perfumados
y nardos simples
en mis atardeceres arrasados
de leontinas lluviosas
y soles fríos ...
blancos... opacos
aunque nunca es tarde
uno siempre
espera que los astros y los nardos
vuelvan a reír en primavera
las palabra y los besos
otra vez
.........como hace tanto
....................remonten la cuesta
....................................de las horas
y vuelvan a encender hogueras
en las trincheras del piquete
en las conciencias del colectivo
en tus ojos negros mujer
en tu piel de jazmín del cabo
en la esperanza y en la utopía
en aquello que habíamos dejado de soñar.

© Leopoldo González

Poema de Luisa Berutti


Interior

La poesía vive en mí
como una sugerencia
imágenes
que me desbordan
atacan el papel
llamado mudo
tal vez ahora
dice lo que siento
el canto de una voz
se hace aire
al despertar
y vuelo como un pájaro
libre y seducida
por la claridad
de una aurora
que asoma
en el horizonte
plagado de letras

Tambores que anuncian
todavía
hay mas aliento
en el sigilo de la noche
que me llama.
A pecho abierto
intento descubrir
lo necesario
y ocultar al otro
entre las sombras
poseída de mi canto

Soy doncella
camino por el resplandor
blanco de la luna
para cosechar la modesta
siembra de palabras

© Luisa Berutti

Poema de Roberto Glorioso


Desbrozado.
...........
En carne viva
advierte blancuras
...................... sin fiesta.
........
Cegueras del revés
próximas a fondear
..................
sus oasis de piedra.

© Roberto Glorioso

Poema de Irene Zava


SAQUEO

Vertigo de huesos.
Se confunden, mezclan,
crujen en antiguas sombras de jazmines.

Crece el viento,
hablan los equivocos.

© Irene Zava

Poema de Graciela Zolezzi Faure


SILLÓN HAMACA DE MIS SUEÑOS

Dejo vagar la mente
soy receptáculo de vaguedades
......................................
fantasías
..........................................
ensueños
silencio el pensamiento
aflojo nervios y proyectos
toda yo en perezosas del recuerdo
en sillones hamacas
.....................
meciendo mi cuerpo
y de allí surge todo
y develo misterios
en el amor del arrullo primero
en el cobijo tierno
en ancestral
...............
inconsciente tejido
donde enhebro cuentas
.................
de colores diversos
que vienen de atrás
................
de lo más profundo
sangre
........
huesos
...........
piel adentro
mientras me acuna
el sillón hamaca
.............
de mis sueños.

© Graciela Zolezzi Faure

Poema de Hebe Solves


LA MAREJADA

Es la sospecha de lo que no tiene forma
sino cuando se lo ocupa y no la luna
quien hace la marejada.
Pero no, la Luna es una idea.
Y es una idea la que advierte al agua.

La Luna perdedora que mira
y no puede beber, de tan remota
y su mirada es la que usa el agua para ver
y el tiempo la derrota cuando concluye
la marea y el velero se ve en el agua mansa.

Porque las olas mueren como la sospecha.
Así la tierra invade al agua
y el barro arrastrado es el que apresa, a su vez.
Y el velero -cómplice cauteloso del viento-
desplaza al agua y prueba el miedo de la tierra.

Uno en brazos del otro, la sospecha y el miedo
mueren cuando se comparten.
Y la Luna, que advierte, derrotada,
la luna que "acompaña",
sólo porque está muerta mira.

© Hebe Solves

23.4.08

Poema de Roberto Reséndiz Carmona



Mineral abrazo

Guarda el cabello negro
las piedras de agua que colocó en la boca
el perfume del sol
la sábana que la envolvió de prisa.

Guarda
el suspiro del ramo de la novia
una novela de Mario Benedetti
la cadencia de Kenny G
y dos líneas de Imagina.

Guarda
las lágrimas en el saco y la camisa
el fuego del silencio
el desamor en la constelación del remolino.

Guarda el hambre
el llanto
el extravío
los sutiles desmayos de las once
la sonata de Mozart
y el mineral abrazo que lo deja.

Guarda
la página invernal
la cumbre de la errancia
el crimen perfecto del comienzo.

Guarda el polvo
la señal de la cruz
el incensario
un rostro oscuro que mira sin mirarlo.

Guarda
el manantial de voces
un abanico de instantes sin retorno...

© Roberto Reséndiz Carmona

Poema de Silvia Manzini


...................... Bagdad

Una mujer acuna música
Donde antes en su falda
acunaba a un niño

Una mujer envuelta
en llamas
lleva cicatriz de una piel
que ya no la recuerda

Una mujer envuelta
en llamas salta
obús viviente
atraviesa la pantalla
antes del zapping

se arroja una mujer
y no hay cenizas
bajo la alfombra persa

bajo el ruido de la guerra
bajo el ruido
bajo el ruido

© Silvia Manzini

Poema de Edgardo Gugliermetti


Situada la flor en la palma de la mano, dijo:

Es bella como el furor de los muertos en la cacería
........
la ola que rompe el corazón de la madre
........
la desnudez que te separa del mundo.

© Edgardo Gugliermetti

Poema de Marian Muiños


Dentro de tu vientre,
Madrastra,
nazco, crezco, envejezco;
fetal y vulnerable,
sonrío al sol sobre el monte
a la bruma bajo el sol
al monte sobre la ría.
Con optimismo adolescente
trato de conquistarte,
Abuela Patria,
sin espadas ni cruces,
con mi simple persistencia
y esta predilección de cada día,
para recuperar mi historia
-que copulará con el olvido
y hará tan vano este intento.
Madrastra España,
sólo busco acunarme, mecerme
en tu bolsa de aguas nuevas
y regar la tierra dulce de Galicia,
para que broten mis plantas,
aunque mis ramas se alejen
en pos de otros soles.
España,
tú que miras
de reojo al inmigrante,
y retornado llamas
al hijo de tu hijo,
¿por qué olvidas a los vientos
que soplaron hambre y sangre,
dictadura, emigración,
y un panal desgarrado entre tus dedos?

Malos tiempos te cercaron,
esparciste tus semillas
y la hiedra está cubriéndote los muros:
es la vida
son las vidas que regresan.

© MARIAN MUIÑOS

Poema de César Carbache Mora



DORMIDA
............... ausente
....................... perdida
árbol tallado de cuerpo
vértigo de la palabra silenciosa
crepúsculo solemne que divide
en tres al tiempo.

Piel de la piel del fruto
piel de la piel del trigo
hogaza del banquete del unsolo
chopo de la semilla del verbo.

© César Carbache Mora

Poema de David Rosario Sorbille



UN LUGAR PRIVILEGIADO

La cosa es así,
porque en todas las mañanas
mis ojos buscan
nubes de ideas,
renglones andariegos
de palabras silvestres,
algunas altisonantes
pero simples,
como tejiendo aventuras
acompañadas de música
y breves estímulos
de profunda belleza,
como si estuviera danzando
en una alfombra mágica,
o recorriendo instantes
entrañables y perdidos,
en la memoria frágil
pero enhiesta,
de este viejo poeta
que sueña cada mañana,
en un lugar privilegiado.

© David Rosario Sorbille

Poema de Mirta Urdiroz


De la esquina de mi infancia parten
los recuerdos a pasear un rato
dan vueltas a la manzana
deshojando margaritas
se acurrucan a la sombra
de los paraisos de la avenida
y vuelven a buscar refugio
debajo del viejo jacarandá
que ni al este ni al oeste
florecerá
Entran a la casa
la recorren
y gritan al saber
que la niña
ya no está

© Mirta L. Urdiroz
Foto: Horacio Farroni

Poema de Carlos Kuraiem



País

Mullido de verde, en cada hijo
en cada amor
en el cálido sueño de ella
en cada vena mía
en las sensibilidades que avanzan
sobre los parias del mundo
de himnos y panes armadas
en las tacuaras
sobre cada rama seca
sobre los corazones rotos y desolados
en los rostros de los niños
que nacen y enseguida se marchitan
en todos los que van y vienen
por mis besos

tiende puentes y escaleras
para el que trae
................ desde el barrio
la hermosa tarea
de la canción y el poema

en cada madre
en cada criatura de la tierra
en cada pájaro que canta y aletea

En el libro trabajado
ya en el silencio de los cuartos
o en el bullicio de calles y bares

en el libro que ocupa las horas
el libro entre las palmas
sosteniendo el pensamiento

© Carlos Kuraiem