31.8.07

Poema de Marcela Predieri



INVIERTA UN HIJO (fragmento)

Soy gemelo a mí mismo en otra muerte
un salto al infinito vacío de sus ojos
un pájaro lleno de silencios

Sólo la noche
..........hembra madre del destierro
nos devuelve al seno del cansancio
Estoy desfigurado de mi ser
Hoy el cuervo acelera los retornos

Yo
espejo en los ojos de aquellas madres
.....................que recibían a sus muertos
vi bajar en guirnaldas
.........de los trenes cuerpos enhebrados
Ya no asustaba a las vecinas
que en los ataúdes sembraran crisantemos
Era septiembre en casa de mi padre
Y las mujeres cargaron sus semillas

Recuerden
........he enterrado
esa desesperación incesante de volver sin mí
Estoy en cópula con las llaves del infierno
Mírame
Yo sabía del aroma de azahar en los naranjos

Pero estoy muerto
y he visto el rostro de Dios llorando sangre
Dame Señor un poco de tus náuseas
un poco de tu llanto
o tu vergüenza

El tiempo cauteriza el hedor de la carne
pero hay una bestia en mí
................insaciable de coágulos y exilios

Ante un sol verdugo afiebrado de sentencias
la guerra zurce prolija nuestras llagas
............................No sé si pueda recordar

© Marcela Pedrieri


Poema de Aldo Novelli


oscurantismo

hubo un tiempo
en que los pájaros dejaron de volar.

fue un tiempo feroz.

algunos iniciaron una guerra sucia
otros se amaron por última vez.

en esos días aciagos
escribí furioso
el primer poema
para el resto del mundo.

© Aldo Novelli

Poema de Guadalupe Wernicke


Ruth, la peluquera


el maquillaje cubre el hematoma
¿puede ocultarse el color morado de los gritos?
ella, en su pajarera
ella, comprendiendo

peina y ama las melenas largas
es su forma de anhelar otros alivios
tiñe
repara la desidia con ruleros
es una artista

en sus sofocos y sus nauseas
hay perros con sarna
ratas grandes
que recorren a sus hijos
porque a quién más pueden querer
si no es al vástago que duerme sólo
su madre está evitando su desgracia
está lidiando con lo textual
con la intemperie

ella, la matrona que no puede
y recibe el puñetazo como quien goza
de no gozar
la inmolación no se piensa
es un reflejo vago
que se intuye, se respira
uno trabaja por los hijos
uno es lo que hace
lo que cree
lo que puede
somos dragones alados
ella
yo
mis hermanas
hay espejismos sobre el asfalto
hay perros con sarna, perros muertos

existe el nombre dolores
existe el nombre ruth
y Guadalupe
pero yo no clavé ningún clavo
no escribí nada
lo singular es cómo se vive
lo demás
lo hacemos todos

© Guadalupe Wernicke

Poema de María Cristina Azcona


Oración de Alternativa


¿Por qué el alma establece alternativa
Entre el buen obrar y el mortal pecado?
Sería más fácil que mientras viva
Se inclinara siempre hacia el mismo lado.
¿Por qué no se escabulle fugitiva
Hasta arrodillarse ante el Dios amado?
Y deja de negarse a ser soldado
De la sangre de Cristo rediviva.

Pero Tú la has querido traicionera
Que cada vez que pueda te ofendiese
Como si fuera por la vez primera
Y al encontrarte tu perdón pidiese.
Dejaste que se afirme en la quimera
Para que luego a tu redil volviese.

© María Cristina Azcona

Poema de Oscar Wong


MI MADRE CUENTA

Mi madre cuenta
que nací hambriento;
era rechoncho y colorado
(dice);
tenía una cuna
heredada de otros niños
-mis hermanos-
y por eso tengo la sangre de colores.
“Naciste hace más
de veinte años,
atormentado, predispuesto”.

Pero miente, mi madre miente,
Porque yo nací
“... un día
que Dios estuvo enfermo,
grave
”,
nací una tarde descubierta
entre gritos y otras cosas
que me duelen:
Tlatelolco, dos de octubre.

© Óscar Wong

Poema de Graciela Pucci


Los labios del tiempo despiertan
y pronuncian, mojada de lluvia
la primera palabra que recuerdan.
Jorge Teillier

AULLIDO NECESARIO

Esa boca que no calla
renueva cadáveres en la piel
le ruego que enmudezca
que vuelva a dormirse en el olvido necesario
...................... no quiere
rebelde en su decir
........................ desprende dolorosos recuerdos

manos de piedra trepan a mis oídos
..... y la impúdica boca... no calla

me niego a escucharla
busco el silencio en una mirada
..... ojos cobardes ... escapan hacia los de antaño
................. protectores y amados

....................... ciega
regreso a mi refugio de algodón mojado
.. (útero ancestral que me han impuesto)
............... me incomoda
.................. huyo

la acuática esencia
me lleva a profundidades sólo mías
.................. encuentro alas
.................... vuelo

¡impúdica boca ..... ya no te temo!
¡ojos cobardes..... ya no los miro!
....... -pronuncio desde la altura-

............. detengo el vuelo

............. mi boca se desangra
................ la escucho
................ -me escucho-
.. labios despiertos esparcen realidades
.. los que están fuera de mí... no quieren oírlas
-espejo de almas.... en el que no me reflejo-
......................... giro

dejo mi espalda alada
........................... en el hueco de una sorpresa

la impúdica boca
.................... y los ojos cobardes
................ se repliegan
.............. no los necesito

rescato el aullido primigenio
............................... que yace en mí
y sobremuero cada instante
.......................... para renacer conmigo

© Graciela Pucci

Poema de Ricardo Rubio


DESEO


El roce de tu mano -impar en la mirada-
es la voz que llega del silencio,
pura intimidad en el rubor de las excusas.

Tu temblor se hace arrojo, abrazo urgente,
fiebre que nutre la carne aturdida de inocencia.

Imaginas cada músculo, cada hueco,
el susurro tibio que te roce a tientas.
Imaginas la esgrima, el ademán,
el orden de la trama,
la inercia que pesará en tus mejillas.

Y llegas tiznada de inmolación
-abisal, descubierta-
hasta el umbral de la hondura.

Tu cuerpo tendido se llena de versos.

© Ricardo Rubio

29.8.07

Poema de Edna Pozzi


En el cementerio en la pampa
hay hilachas de un manto que fue blanco
antes de la crucifixión
Allí descanso yo con los ojos abiertos
por si regresas, por si vuelves preguntando
por qué no resucito

© Edna Pozzi

Poema de Roberto Glorioso


POEMA 1

Dice la última palabra.

Puede ser fuego, terraza abandonada,
desierto de otros soles.

La dice.

.....Y el pájaro que canta
sobre temibles naves incendiadas
echa a volar
.....su cuerpo desconocido.

© Roberto Glorioso

Poema de Norma Padra


Tormenta

Imagen dudosa
dibuja la tormenta
en la noche
.............
más bella
para escalar
...............
el cielo.
Palabras que invitan
a buscar respuestas
y danzan jugueteando
entre el mar y las estrellas
escapando con las nubes
hasta terminar
................
el periplo.

© Norma Padra

Poema de Jorge Cambiaso


Refugio

Madre
tú en la tarde allá
................. lejana de las dalias
y mis ojos de vivir en tu mirada

El tiempo consume la distancia
devuelve atroz lo concluido.
¿Será simbólico el morir
............ sin razón de la azalea?

Cabal el pájaro
gime el dolor de la alborada.
Desde el abismo me devuelve
............. la secuencia cotidiana.

Cada sol augura el desafío.

Madre
¿Será posible lo imposible?

¿Verme vivir otra vez en tu mirada?

© Jorge Cambiaso

Poema de César Carbache Mora



ESTOY PLANTADO
sobre una tierra de latidos
soy el árbol de ecos
que madura con la semilla de los días
raíz de signo
.......tronco de escritura
ojos y hojas
árbol
....... del árbol padre
árbol con rostro de siglos
y silueta de hombre
follaje de mil manos
...................... fruto de mil ojos
sobre mis raíces se sostiene la noche
este instante
................ la continuidad
los otros árboles que son hombres
los otros hombres que son aire
árbol que se extiende en la marea
del tiempo
crece hacia fuera y hacia dentro
se multiplica
................. se hace uno
árbol del aquí del allá

no hay lluvia pero florecen las palabras.

©César Carbache Mora

Poema de Nora Perusin


LOS SOLES OBLICUOS

...................... a Rosario Chávez.


Los retornos tienen algo de impiedad

entierros, voces vecinas,

el rostro sobre el espejo

es una lámpara que arde la memoria.

De niños chupábamos naranjas,

tras los perfumes de jacarandá

tiramos carozos del otro lado del mundo.

........ - los gestos del adolescente corrían de los

........ diarios íntimos a calabazas de medianoche-

Nos armamos del idioma extranjero

para nombrar el nombre de las cosas,

era tan fácil el paraíso

era tan fácil sentarse en las "tabernas",

ladrones putas y viajantes

tomaban vino, manojos de pan

y agua desparramada.

Con Rosario Chávez

teníamos esas conversaciones

en los soles oblicuos de Leningrado.

Desde el racconto de una historia inconclusa,

al paso de las fronteras suizas e italianas

vimos decrecer a los mecanos

la obsesión por los misiles

la patria como barco encallado después de la llovizna.

Nos dispersaron la memoria

la sangre que viene y vendrá por tejados y azoteas

atardeceres de Florencia en las cañas de Tucumán

el cielo volátil.

Los aeropuertos se acostumbraron a la pasión.

Hay cosas que van quedando

al mirar tristísimos de reojo

las ciudades que hemos muerto

a luz de candelabros subidos en los

almacenes. Fuimos bebedores de té

entre persianas a media tarde

y pasos repentinos.

Ahora la mancha de humedad

es la mancha de humedad.

Ahora los paisajes son una película ciega.


© Nora Perusin

28.8.07

Poema de Marcos Silber



Luna Llena

Grita como loca la loca del tercero
y oscura baja la ventisca del miedo.
Los chicos se asustan.
Los grandes no.
Los grandes se divierten,
sobre todo cuando latiga el aire
y aulla
Quiero ser feliz
Quiero ser feliz.

© Marcos Silber

Poema de Patricia Díaz Bialet


LA PUNTADA PENETRANTE DE LA POESÍA


De una vez por todas hagamos algo de valor.

Arrojemos al fuego el traje inservible de poeta,
los anteojos opacos de la literatura de molde,
las estupendas manoplas de la estupidez.

Que nos perfumemos solamente con el aire.
Que nos arranquemos la sudorosa piel de los halagos.

De una vez por todas hagamos algo de valor.

Un canto que reanime a los muertos
y pase su llamarada por sobre el letargo de los escritores.

Algo de valor.

La lucidez de la poesía.
La intuición de las palabras arrojadas desde la garganta del misterio.

Basta de las rondas nocturnas
en donde se lucen las ropas más que las genialidades.

Estoy cansada de los pobres lectores confundidos.

Ante el poema
quedar encorvados como el cuello de un cisne.


© Patricia Díaz Bialet

Poema de Eduardo "Blues" Villalba


ARS POETICA


El punto crucial, la poética,
en la encrucijada,
se desbarranca desde el ahora
por la pendiente del deseo,
pero se muestra desnuda
en los penachos del habla.
Acarrea el peso de un destino incierto,
pero intuido al azar desde los reductos vistos,
cuando se muestra desnuda
en los penachos del habla.
Desde cualquier forma,
a veces a modo de comadreja,
devora el huevo filosofal,
y hasta presa en la celada
de los narcóticos o en la duermevela,
corta sus patas con sus filosos dientes,
para liberarse…

Para liberarse…


©Eduardo “Blues” Villalba

Poema de Luis Raúl Calvo


Poema XXI

El viejo sabio, ginebra en mano
filosofaba sobre la pasión:
“Quien sea capaz-aseveraba sin dudar-
de rescatar del piso, un bello clavel
destinado seguramente a un amor de cautiverio
nunca imaginará que habrá preservado
por los siglos de los siglos
lo único verdadero que nos habita
y nos aleja de la muerte.”

© Luis Raúl Calvo

Poema de Nora Cóliva


Todo

Quiero una noche que dure un siglo,
una mano que dibuje mi espalda.
Un pájaro que quiebre el cielo con su canto.
lo quiero todo para mí.
Todo!

© Nora Cóliva
Pintura de Juan Fernando Cobo

Poema de Raquel Luisa Tepich


DELFINA

El balcón de la calle Sirolia,
malvones , fresías y alegrías del hogar
aromaban el vacío desgarrador.

Dos sillones corroídos por el tiempo,
persianas lúgubres por el abandono,
aprovechados por pájaros en vuelo .

Delfina, exánime por la vida,
del trabajo a su mundo deshojado de dolor
por una infame felonía.

Su lecho impregnado por el desafecto,
su gata Ninette, de angora blanco raído,
acurrucada
y expectante como su ama.

Un cubrecama tejido al crochet
las aguardaba, sonaba Chopin
en el Ranser de la sala.

Sola,
...
Vencida,
......
Desapasionada ...

El amor partió hace AÑOS
sin decir un simple ADIOS,
sin un simple PERDÓN...

© Raquel Luisa Teppich

26.8.07

Poema de Osvaldo Risso Perondi



Sueños

Esos circos
que pasan
y dejan fantasmas disfrazados
que
se inmiscuyen
................... en los sueños.

Suele suceder
que te atrapen con su magia
para que seas parte
de su jerga de payasos.

Noches circulares
de este
........ húmedo silencio
habitado por
señuelos, estrellas, sombras
gatos, perros callejeros
borrachos, mendigos,
hasta la musa moribunda
embriagada
por el vino-néctar
de las galaxias.

Esos circos que pasan
que pasaron
o están
.......... por pasar.

Despiértate a tiempo
antes
que
absorban
........... tu figura.

© Osvaldo Risso

Poema de Paulina Vinderman



Ese hombre habla en miedo
y el miedo es un idioma duro de entender.
Se disfraza de hostilidad, envenena el silencio,
lo hace girar extraviado, sin jardín alguno
donde el relato pueda confiarse, volver a ser
una canción de náufragos al calor del alcohol.

Me destina una habitación que semeja un armario
(ni siquiera hay una biblia en la mesa de luz)
¿Será mejor pensar el mundo desde esta celda?
Un cartel imaginario dice:
La búsqueda del tesoro empieza aquí.
La poesía lleva tatuado el jeroglífico:
el arte de ver el vuelo de los gansos salvajes
......... (desde mi ventanita)

como si me perteneciera.

© Paulina Vinderman

Poema de Karina Sacerdote


CINCO SECRETOS de canto silencioso

I

jamás
la esencia dormida acontece

despierta es la vida
acalla dolores en desvarío
y los fracasos de hombre
trepando médanos de cielo
son un ocaso
raíces
que no encuentran agua

© Karina Sacerdote

Poema de Pablo Javier Resa



El Coronel no tiene quien le escriba

a la sensibilidad del cineasta Arturo Ripstein

a la Av. Corrientes que rodaba por la luna

Es demasiada la noche y para colmo
..........ejerciendo su monotonía de caer
llueve sólo por repetir las rejas
y la tierra.... mientras tanto
no da abasto con la boca abierta de selva

Ellos interponen su más digna resignación
y se recortan para acotar la cárcel
.......... la ventana
asegurando el lento ritual y las lunas del cuarto
en el 70 aniversario de sus cabezas canas

A él le crecen las obstinadas piernas
con la desmesura de los amarraderos
A ella se le muere un pájaro en el pecho
Él asiste a las ceremonias de viernes
y regresa tan huérfano y tan de hilo
Ella aprieta hasta la asfixia un pájaro en su pecho

Hasta aquí la barca de palabras que no llega
hasta aquí la memoria de la muerte que no alcanza

Él es un coronel y se permite el hambre
Ella lucha por el aire que respira
y no se permite el final del entierro

Los espejos trepan la pared a picotazos
y la resignación
........ese amoroso atentado de a dos
es la única receta para tanta humedad en hipoteca

Por lo demás
un bandoneón pondría el dolor necesario
para vestir de decoro en Buenos Aires
.................................... tanta derrota

© Pablo Javier Resa

Poema de Lucía Serrano


EL PERFUME DEL DESEO


Escondido y silencioso intenta pasar como un aroma que no se siente.

¡Oh caramelo!

Así es el deseo.

Marca los labios de hombre que nunca fueron.

No hay razones.

Hambrientos son los olores del deseo.

Grita el suicida como un miserable del destierro, ¡quiero pan!

Pero no seas idiota hombre que ya te dieron, pide otra cosa, tengo hambre,

olvidé las ilusiones del comienzo por seguir viviendo.

Los pasos que voy dando son ciegos, me llamo ese perfume que no recuerdo.

Infinito nudo pegajoso cubierto de miel.

Abejas reinas y macho incierto.

Atacad todo aroma que no tenga el perfume del deseo.

Y el deseo solo tiene el aroma de lo muerto.

Es inasible el sitio, inencontrable el hueco, no tiene pistas,

y la acústica olvida, que buscabas al comienzo.


© Lucía Serrano

Pintura: "Tierra lejana" de Mónica Palla y Daniel Marino

Poema de Clara del Carmen Guillén


DE LAS COSAS SENCILLAS

Dejo testimonio
De las almas sencillas
De las cosas que tienen nombre propio
De las miradas
Todas
Que han cruzado su espacio hasta mi encuentro.
Testimonio de aquello que transcurra
Sin afanes de historia colectiva
Los más grandes poemas que mis ojos retocan
Con la magia en sostén de las palabras.
Van en pos de la calle
Y pregonan instantes capturados
Los no vistos por tantos
Que pierden en su prisa
esos momentos mágicos plasmados
en los rostros del día
que transitan o sólo permanecen
subrayando el instante congelado
en la cámara fiel de la poesía.

© Clara del Carmen Guillén

Poema de César Vásquez López


"PREGUNTAS Y PARABOLAS"
(El sino del águila)

CANTO I


Aguila Coronada...
¿En qué albas alturas
te revelaron el enigma del Eterno Retorno?
¿Quién te ungió con la Simiente del conocimiento?
Y tu profética sangre:
¿en qué instante se transfiguró
en el diluvio de la Creación?

¿Bajo qué míticos signos
en la tierra tu descenso?
¿Estos, los valles,
dónde tu plumaje purificas?

¿Las cumbres por que huellas alcanzaste?
¿En qué sendero del devenir
el retorno a la sima?
¿En el trono de los abismos,
púrpura es el relumbrar de tu corona?

Aguila Coronada,
en obscuras latitudes
¿qué cadenas atan tu sino de pájaro?
¿Qué haz de luz te baña
en el vuelo a nevadas regiones?

¿Qué mágico brebaje
bebió tu dionisíaca alma?
¿Que alado ruiseñor
inspiró tu nupcial canto?

¿Son cisnes de insondables aguas
los que esperan la señal de los presagios?
¿En qué nuevas tablas

atisbará el hombre su postrer arcano.

© César Vasquez López

24.8.07

Poema de Daniel Chirom


MONÓLOGO DEL PIRATA MORGAN

Ningún hombre se apodera de una historia.
Seguimos el camino que el destino nos ha trazado.
Surqué todos los mares,
nunca me tentó un puerto.
Preferí el horizonte desconocido
a la suave penumbra de las tabernas.
Aún me quedan algunas leguas para navegar
hasta que ya cansado
ancle en una ciudad para contar mis historias
frente a un barril de cerveza.
Luego el tiempo emparchará mi único ojo sano.
A mí,
al pirata Morgan,
que de tanto amar la muerte
amé la vida.

© Daniel Chirom

Poema de Alicia Grinbank


DIXIT DIONISIOS

Deja ya de rehuir lo bello
y acude a la sombra de los besos.
Allí donde huelga la voz y el pensamiento
corre el río hacia el mar
y nace el viaje.


© Alicia Grinbank

Poema de Osvaldo Rossi


PUENTE ROTO

La soledad impone
un escudo de hielo.

Y estoy solo.
Indago entre mis huesos,
me percibo en las sombras.

Es una soledad de labios cosidos,
de puertas que no se abren.

Acaso
un puente roto,
un templo abandonado.

© Osvaldo Rossi

Poema de Marita Miranda


Emergencia de amor

trozo algúno de la posible especie
que otorgue el hombro
repare la mirada tarde
no
desde el predio humedecido

trozo algúno de la posible especie
que los ausentes ansíán
no
trozo algúno de la posible especie
ahora!
ahora!

© Marita Miranda

Poema de Stella Maris Taboro


Grieta

Grieta rocosa
en
fuga,
encrucijada herida
que el agua abrió.

Serena, callada
olvidó
su mudez
en una niebla densa.

Reveló su pasado:
sendero delgado
hacia el abismo,
fue ensanchándose,
profundizándose,
..........
tajo profundo,
..........
hendidura irregular,
...............
sablazo que parió
.........................
una cascada
...........................
con su voz de clarín
.............................
haciendo eco, más allá
...............................
del espacio líquido celeste.

© Stella Maris Taboro

Poema de Cecilia Ortiz



Buenos Aires Reina

Te veo, Buenos Aires, recostada junto al río
encendidas tus luces marineras
bebiendo sueños al borde del silencio.
Me recorren tus voces:
desde el peregrino eco hasta el clamor musical
ceremonia verde
roja, amarilla, que desliza ruedas y comedias.
Te veo
desde la estrella inalcanzable de mi espacio
el pequeño mundo que descorre telones gruesos
muestra el gesto de exilio que no se abate
y esperanzado aguarda
que aparezca
la carroza blanca, el cazador diestro
el manto sobre el camino terso
la boca que anuncie el beso y me sorprenda.
Te veo, Buenos Aires, como yo
sin rendirte a la evidencia
- desarraigo de equivocadas raíces-
Inmutable
te extiendes hacia el oeste
ensayando versos.
Como yo, que te observo,
sintiendo el leve roce de la brisa
que presiento con nombre incierto.
Qué puedo pedirte ahora
ahora, que mi angustia se ha vestido de fiesta.
Beberé los rastros en la creciente tranquila
y seré, mecida por mi signo de agua
más agua con destino de fuego viejo.

Te veo, Buenos Aires, desde la orilla del mundo
mi redondo paisaje.
Latido, sueño, sauce inclinado
síndrome de mar sumergido en río.
Seré siempre, como esta noche
continuaré sintiendo que me perteneces.
Buenos Aires, mi destino.
Mírame a los ojos desde tu centro
y te verás como eres
reina plebeya en una curva de América.


-© -Cecilia Ortiz-
Foto: Gustavo Tisocco